Auditorio Universidad Carlos III
31/05/2008 Madrid
Pau Donés era un tipo que ha mediados de los 90 arrasaba en las radiofórmulas. Diez años después los medios le han convertido en una caricatura de si mismo por esa facilidad suya para componer a partir de una palabra y repetirla hasta la saciedad. Más allá de ése hecho innegable hay que señalar que Pau ha compuesto varios temas brillantes en su carrera, temas que han pasado más desapercibidos para el gran público pero de una calidad innegable. Otra característica nada desdeñable de Donés es su olfato para el marketing, como demostró con las campañas de sus discos, con sus videos, y ahora con su nueva gira: Reciclando Tour.
La propuesta es bastante interesante y poco vista en este país: dar un nuevo enfoque a sus canciones, aunando el espectáculo sonoro con una propuesta visual cercana al teatro. Es decir, hacer del concierto un espectáculo, lo cual es raro en España en donde los cantantes acostumbran a mirarse las All-Star mientras tocan. Además el concierto incorporaba un presentador de lujo: Andreu Buenfuente. El cómico catalán ejercía de maestro de ceremonias a través de una pantalla colocada en medio del escenario, y con sus gags iba dando forma al concierto.
Pero una cosa son las ideas y otra llevarlas a cabo. Y la puesta en escena y el ritmo del concierto dejaron bastante que desear, aparte de que las “versiones” de las canciones no fueron tales en muchos casos, ya que sonaron bastante parecidas a las originales. Los chistes de Buenfuente fueron poco incisivos, Pau se mostró un tanto hermético, las bromas entre la banda quedaron muy cojas… En lo puramente musical el concierto fue perfecto, el grupo sonó estupendo y el público coreó las canciones. Sonaron las canciones de siempre, como “Depende”, “Lado oscuro”, “De vuelta y vuelta”, “Flaca”, y esas canciones menos conocidas pero, quizás, más completas como “Duerme conmigo”, “Me gusta como eres” o “Mama”. Pero ese puntito extra que trataron de aportar resultó bastante flojo y deslució incluso algunas canciones. Una pena, porque la idea era buena.