Fue la noche del pasado 24 de marzo cuando tuvo lugar el concierto de Iván Ferreiro en el Palacio de Congresos de Granada dentro del ciclo de actividades del Encuentro Internacional de Artes Escénicas Granada Experience. El artista gallego venía presentando su último trabajo Casa y Granada tenía ya ganas de poder disfrutar de este maravilloso trabajo.
Desde las mismas puertas del Palacio ya se notaba el nerviosismo que precede ver algo tan espectacular como es un concierto de una de las figuras clave de la música de nuestro país como lo es Iván Ferreiro, el publico exaltado hacia cola desde temprana hora para poder entrar, mientras era casi imposible no escuchar comentarios del estilo “¿va a tocar Turnedo, verdad?” o “necesito que cante Años 80 por favor”.
Ya desde el principio, y con todo el Palacio abarrotado de gente, se pudo apreciar que el concierto rezumaría el sentimentalismo de las letras tan profundas de Iván y la versatilidad que le caracteriza para pasar de temas profundos, de estos de estar sentado observando anonadados como si de un niño pequeño mirando un caramelo se tratase y con los sentimientos a flor de piel a temas que piden y consiguieron ponerse de pie y saltar, bailar y cantar.
El concierto comenzó de manera íntima con Iván al piano con Dioses De La Distorsión, canción del disco que venía presentando, seguida de Bosón de Higgs que provocó una explosión de sentimientos entre el público que no paró ni un segundo de corear todas las canciones a lo largo del concierto. Acto seguido interpretaron la canción más emblemática de su Último disco y que le da nombre Casa, Ahora Vivo Aquí. En este tema se hace palpable todo el cariño y el mimo con el que se ha realizado este nuevo trabajo de Iván Ferreiro, una letra preciosa que trata la vuelta al hogar y a todos esos sentimientos que muchas veces pasan desapercibidos, la añoranza, la inconsciencia, la necesidad de cambiar y de desintoxicarse para volver a ser uno consigo mismo y volver a la sutil sensación de volver a ser uno mismo y sentirse como en casa.
El concierto fue una oda a la extraordinaria carrera de Iván Ferreiro en la que viajamos a través de las canciones por sus diferentes discos Casa, Canciones para el tiempo y la distancia, Val Miñor-Madrid: Historia y cronología del mundo, Mentiroso Mentiroso y Las siete y media, pudimos viajar al pasado con canciones de los Piratas, antiguo grupo de Iván Ferreiro, donde se produjeron dos de los momentos de mayor éxtasis dentro del público cuando empezó a sonar Años 80 y Promesas que no valen nada. También pudimos disfrutar de una cover del emblemático grupo El Último de la Fila con la canción Insurrección. Y como broche final pudimos deleitarnos con Turnedo, que fue aclamada por el público desde el comienzo del concierto.
Dos horas de concierto inolvidables, imposible no maravillarse y sentirse el protagonista de las letras de cada canción, volver a sentirse pequeño escuchando Inerte o Santadrenalina o querer comerte el mundo con Toda la verdad o El viaje a Dondenosabidusientan. Un deleite absoluto y total de principio a fin. Y es que es algo que se vio venir algo muy grande desde el principio, el concierto era la unión entre grandes letras, unos músicos francamente espectaculares como Amaro Ferreiro o Ricky Falkner entre otros, la característica voz de Iván Ferreiro y un equipo tanto de sonido como de luces, los cuales consiguieron en todo momento hacer de este un show mejor si cabe aún, acertando en cada momento en la iluminación y haciendo que el concierto sonase como si saliera de los mismísimos CDs.
Sin lugar a dudas todo un deleite para los cinco sentidos, una noche única y maravillosa. Bravo.