Las personas somos animales de hábitos fijos...o al menos yo lo soy así que ya le había pillado el puntito de aparecer de mediodía por la Bodega Osborne y comenzar una nueva jornada, la última, de un gran Monkey Week.
Mi primer Monkey Week y vaya si le tenía ganas. Durante la semana previa sentí esos nervios propios de la primera vez y ni siquiera la "manta" de lluvia que me dio los buenos días en la mañana del viernes disminuyó un ápice las ganas de salir hacia el Puerto de Santamaría y su festival.
Segunda jornada del festival que sufrió algunos cambios obligados por la presencia de una invitada, la fuerte lluvia pero que no mermó nuestra avidez de música y de conocer nuevas propuestas.