19/12/09 Recinto ferial, El Cuervo.
El pasado 19 de diciembre se celebró en la sevillana localidad de El Cuervo la séptima edición del festival Independencia Rock que se organiza en este pueblo. Como anunciábamos en la previa, grupos como Poncho-K, El Último Ke Zierre o Komplejo de Kura ya han pasado por él, en un interesante intento de sus organizadores por crear y consolidar un festival de música punk-rock en esta parte de España, donde este tipo de actividades aún resultan difíciles de afianzar. Así pues, se merecen todo nuestro apoyo en su loable empresa.
La celebración del evento tenía previsto desarrollarse en una nave de la periferia de la población, donde ya se había celebrado con anterioridad, pero parece ser que surgieron problemas que hicieron modificar el emplazamiento cuando restaban pocas fechas para el festival. Afortunadamente las gestiones de la organización solucionaron las contingencias y se consiguió que el recinto ferial municipal albergara el evento.
Cuando llegamos al sitio aún era temprano, faltando aún tiempo para las 22:30 horas previstas para el comienzo de la actuación de los palaciegos Basto Andaluz, que arrancaban el festival. La verdad es que el llegar tan temprano resultó todo un error, ya que el frío tan intenso no dejaba opciones a disfrutar de tan siquiera una copa en la calle. Algunos decidimos irnos a un bar hasta que llegara la hora de la música, que acabó retrasándose hasta algo más de las 23:00h.
Al final, a las 11 y algo de la noche ya estaba todo listo y subieron al escenario los miembros de Basto Andaluz para intentar calentar un poco el ambiente, que seguía siendo tan frío dentro como fuera del lugar (y es que la parte superior de los muros de la nave estaban sin terminar y por ahí se colaba un viento gélido).
Pues con un público rondando las 70 personas, se dio comienzo a la carrera musical de estos seis chavales que con bastante soltura y muchas ganas de dar la campanada descargaron todo un ramillete de temas metaleros con un toque core y reminiscencias punk. Las dosis de uno y otro estilo fluctuaban según el corte del que hablemos, pero la sensación final es la de un grupo con las ideas claras y dispuestos a dar que hablar.
Todos los cortes rondaban los 3 minutos, aunque la carga más o menos Heavy hacía que diera la impresión de que algunos resultaran un poco más largos o cortos.
Para empezar, "Esta no es vida" (aunque el grupo la llamaba "Mi primo"). Al arranque se nos venía una impresión más punk en cuanto a la música, con guitarras más sucias y machaconas, incluso a la hora de oír las primeras voces, a cargo de Grobe y Code. Pero una transición fue derivando el sonido hasta cauces más thrasheros, donde se veía que los guitarras Peli y César, así como el batería Marco, se encontraban más cómodos.
Aquí, y antes de continuar más adentrado el concierto, diré que el sonido de la nave no hacía justicia a ninguno de los grupos que se reunieron allí para tocar. A parte de la poca adecuación que ya de por sí tuviese un lugar como es una nave de tipo industrial, me temo que la mesa de sonido no ayudó mucho a que la música se oyera bien. Supongo que no fue el día más afortunado del técnico encargado de la mesa, en cuanto a labores de ecualización se refirió. Los músicos (sobre todo al principio) no dejaron de quejarse de que no se oían entre ellos mismos y el público tuvimos nuestra dificultades en oír según qué partes o instrumentos durante cada uno de los conciertos (bueno, con la posible excepción de los últimos Komando Kuervo).
Sea como fuese, estos Basto Andaluz no iban a desaprovechar una oportunidad como esta para darse a conocer y desplegaron toda su fuerza en cada tema para dejarnos lo mejor de su repertorio, como por ejemplo "Harto".
Esta empieza con un scrach en la guitarra de Peli. Un toque core que se multiplicó cuando las voces de los dos cantantes desgarraron la letra en una alternancia muy compenetrada. El estilo recordaba un poco a Narco, sobre todo en la parte final del tema. Los riff resultaban más metálicos que los del corte de apertura, aunque estos se vieron un poco deslucidos por varios acoples que nos petaron los oídos. Una pena.
De todos modos, una tropa bastante "exaltada" de seguidores del grupo que se había desplazado desde la vecina localidad natal de estos (Los Palacios, para más exactitud), no pararon en todo momento de moverse, brincar, hacer headbanging e incluso moshing. Animaron el cotarro de lo lindo, añadiéndose a ellos otros jóvenes que acababan de descubrir al grupo. Creo que la banda agradeció estas muestras del público y les ayudó a continuar con la intensidad con la que estaban tocando.
Las paradas entre un tema y otro las aprovechaban para ponerse de acuerdo en algún aspecto musical del tema siguiente y hacer algún comentario también al público. O agradecer a los organizadores del evento la oportunidad, al contar con ellos a la hora de componer el cartel.
Un cañón de humo descargó la niebla de hielo seco para preparar el comienzo de la tercera: "Estado policial". El inicio muy metálico en cuanto a la música del batería Marco, el bajo Paco y ambos guitarras, hacía el contrapunto a las voces de Grobe y Code. Pero, en particular, fue el solo de guitarra que Peli se marcó al final de la canción lo que más quedó destacado.
Con la confianza totalmente afianzada, continuaron con "Déjame vivir". Al principio resultó en un estilo más Core, aunque las guitarras sonaron con bastante distorsión. Aquí creo que lo que más resaltaba era la gran labor de la sección vocal a cargo de los dos frontmen. Resultó una pena el mal sonido que no permitía oírles con claridad. Un cambio a un sonido más punk dio pie al público darse unas dosis de moshing, mientras un nuevo solo de guitarra daba fin al corte.
La presencia de todos los miembros se hacía cada vez más importante sobre el escenario. Por la disposición, era el bajo Paco el que más al centro quedaba y, con una postura muy profesional, acaparaba mucha de la presencia. Su faena al bajo no pasaba desapercibida, aunque fue en algunos momentos más precisos dentro del show donde mejor se le podía escuchar.
Junto a él los dos cantantes. Es algo muy llamativo y poco habitual el hecho de la dualidad vocal dentro de un grupo. Estos Basto Andaluz lo saben e intentaron sacarle todo el jugo. Grobe posee una voz algo más agresiva y se conjuntó bien con la más envolvente de Code. De todos modos, ambos eran capaces de moverse en registros similares que resultaron muy interesantes cuando se alternaron en estrofas rápidas.
La batería era de Marco, que arrancó con bastante vigor los ritmos del bombo. Creo que supo sacar buen provecho del tiempo del que dispusieron. A parte del bombo, también desarrolló con solvencia el trabajo de baquetas con los timbales y la caja. Desde luego, nadie diría que poco antes andaba aquejado de algunos dolores de espalda, cuando arrancó a tocar los temas.
Los guitarras escoltaban al resto del grupo en los flancos. Precisamente uno era el más corpulento (Peli) y el otro el que menos (César) de la banda. Sus trabajos destacaron en muchos tramos del concierto, por dar un aspecto más melódico a los temas. De hecho, la presencia de las guitarras se equiparaba al aspecto vocal en determinados momentos (amen de los solos en varios de los temas) y esto potenciaba la intensidad de cada canción. Muy interesante este hecho, con un buen resultado. Decir también que la mayoría de los punteos eran cosa de Peli, como lead-guitar, aunque Cesar también tuvo sus momentos, a parte del trabajo de guitarra rítmica.
Llegábamos a la mitad del concierto con los ánimos muy altos, para oír precisamente el tema "No escuchas". Un tema con buen ritmo, otro buen punteo hacia la mitad y que hizo que la gente se moviera al son de las voces.
Así fueron pasando los temas, como el siguiente "Viviendo entre lobos", donde las voces predominaban bastante sobre los instrumentos. De nuevo haré hincapié en el buen trabajo del bajo, en particular en el cambio de ritmo de la mitad del tema, donde es él el que asume toda la relevancia.
Una de las favoritas del grupo (me consta) es "Srto. Andaluz", donde imperaba el Metal-Punk y donde se notaba lo cómodos que se sentían sobre el escenario. Así fue llegando el final de la actuación, no sin antes tocar la rápida "Porros y Speed". Esta parecía más Core al comienzo, pero se acaba embruteciendo hasta el Thrash-Punk. Un breve solo de César llega hacia el final, aunque de una velocidad tremenda.
Y para terminar con el setlist: "Basura compulsiva". Con una intro a base de una versión muy libre de "About A Bird". Luego, el tema, que trajo la locura a buena parte del público. Y la outro con la misma versión. Total, 35 minutos tremendos.
Así finalizó el arranque de la carrera musical de estos Basto Andaluz, con un excelente sabor de boca en cuanto a la garra, las ganas y la música que dejaron encima de la tarima. Una pena lo del sonido que no les acompañó, pero al menos ellos pusieron toda la carne en el asador. Buena suerte.
Para desmontar el equipo de estos chicos y preparar el concierto de los extremeños Payasos Dopados, se emplearon unos minutos que el respetable usó para intentar calentarse (quizás buscando algo de más ropa, quizás acercándose a una fogata que alguien había hecho en un descampado próximo) o tomarse una copa (que por cierto, eran bastante asequibles en cuanto al precio).
Pues eso, que a las 12 y cuarto ya estaban preparados los chavales de Payasos Dopados para dejarnos ver todo el saber hacer adquirido en una carrera de años a base de conciertos por toda la geografía nacional, llevando los temas de sus maquetas, EP’s y su recién estrenado disco ("Click").
Este concierto se enmarca dentro de su gira "Peregrinos del Vicio Tour 09/10" y nos dejaron su heterodoxa mezcla de Punk-Rock/Reggae-Core/Ska, como ellos mismos definen su música.
Tras la pertinente presentación, el inicio de la actuación sí que dejó entrever perfectamente la mezcolanza de estilos en la que se mueven, con un "Arder" (tema que abre su LP "Click") donde se entretejían todos los géneros que antes mencionaba. Así pues, era un inicio inmejorable como declaración de intenciones, también por la letra reivindicativa que adjuntaba. La pena seguía siendo las dificultades con el sonido y la acústica, pero eso no podían solucionarlo ellos, que sin duda se entregaron al público que ya sobrepasaba el centenar.
Unos breves instantes de parada sirvieron para que el vocalista y guitarra Pablo siguiera conversando con el global de la concurrencia. Y a continuación se marcaron un triplete de temas seguidos: "Soy" + "Vivir es llegar" + "Che".
El primero parece ser un tema muy querido por el grupo, pues está presente hasta en 2 maquetas y 1 de los EP’s. La verdad es que es muy pegadizo y con un estilo más directo que el del tema previo. Pablo cantó la letra con su característica voz de acento argentino, enfundado en una gorra, en el poncho que llevaría durante todo el concierto (donde se adivinaba un enorme logotipo de la anarquía) y con la cara pintada como si de un payaso se tratase. Como decía, "Soy" fue empalmada con "Vivir es llegar", que fue dando un toque cada vez más punk y radical a la actuación. Por su parte, con "Che de barras" entraron las guitarras más en juego, transformando los típicos riffs de sonido Ska en ritmos más rockeros durante los estribillos y los breves solos.
Así se fue desgajando el setlist del concierto, con un buen ambiente entre los asistentes. Eran más que en la actuación de Basto Andaluz, aunque menos dinámicos o fervorosos. No obstante, el frío y los ritmos de carácter festivo incitaban a brincar y moverse al son de las guitarras del propio Pablo y de Chope. Un trabajo muy notable el de ambos; probablemente los más relevantes del grupo en esta ocasión.
Para continuar, "Al revés" trajo más Ska. Incluso con un cierto toque Reggae. Tengo que decir que sonaba un tanto extraño el oír ritmos tan cálidos en una noche tan fría, pero tanto grupo como público hicieron lo posible para que se impusiera la música. Ya digo que este corte contenía mayor carga Ska que los anteriores, en particular en la parte central. La batería (que estaba a cargo de Pantera) marcaba bastante bien el compás y quizás en este corte acaparó un poco más de presencia.
Tras la breve pausa de rigor donde se aprovechó para emitir la opinión de la banda acerca de la cumbre del clima con el sencillo y directo mensaje: "Me cago en Copenhague", se prosiguió con "Violación". En esta se entrevió un poco más de Reggae, combinando un ritmo muy festivo con una letra de protesta y denuncia social en contra de la violación infantil. Los toques más rockeros destilaron rabia y furia por parte de todos los integrantes, particularmente al hacer los coros el bajo Jaramillo y el percusionista Jose. Por cierto que este último era sin duda el que menos intervención tenía en los temas, y andaba el chaval un poco atenazado por el frío. Desde luego, hay que reconocerle su gran profesionalidad al realizar su trabajo en tales circunstancias.
Así iban pasando los temas, donde el Rock se fusionaba con los sonidos del Punk y Ska reivindicativo y con otros elementos que daban a la banda una personalidad muy propia. "Doble moral" o "Frágiles" eran otros de los cortes elegidos. Todo ello con un espíritu muy festivo y de participación a los asistentes.
Pablo volvió a hablar en la presentación del siguiente tema, dedicado al líder anarquista Buenaventura Durruti: "Durruti (por allí viene)", donde destacó la labor del bajo de Jaramillo, que se hizo muy patente.
El argentino Pablo siguió presentando las canciones cuando llegaba la recta final del concierto. Con la siguiente "América Latina" parece que se volcó especialmente, imagino que por motivos sentimentales. Así, resultó una de las más agradecidas de la noche. El público llevaba bastantes minutos de movimiento y parecía que ya entraba en calor. En fin, que todo preveía un buen tramo final en el show de estos Payasos Dopados. El comienzo contenía tintes sudamericanos en la música (aparte del acento del cantante), con ritmos que sonaban propios de grupos de Rock latinoamericano. A esto había que sumar un espíritu combativo en la actitud y la letra (escueta aunque directa). El percusionista Jose sí tuvo algo más de actividad en este corte, además de los coros.
Con el "Ska de la verdad" no dejaba dudas en cuanto a la intención de su mensaje. Ciertamente el ritmo Ska era el que predominó tras un comienzo muy basado en la línea de bajo, pero la parte intermedia de la canción era bastante más dura, con una guitarra muy agresiva por parte de Chope.
Se notaba la larga trayectoria de conciertos a la espalda de estos extremeños, con una gran confianza y profesionalidad sobre las tablas. Creo que el grupo y la concurrencia disfrutaron mutuamente de la compañía de unos y otros.
Así se llegó al final con el "Sudamericano" de su maqueta "Doble Moral". Canción muy rápida y con muy buena batería por parte de Pantera y un estupendo bajo de Jaramillo. Intensa arriba y abajo del escenario. Gran final y colofón para los 40 minutos de actuación de estos Payasos Dopados, que seguro volveremos a ver pronto.
A la una y algo de la madrugada, les tocó el turno a la banda cabeza de cartel. Grandes representantes del Metal en castellano desde hace más de una década y con una trayectoria fuera de cualquier duda. Por supuesto se trata de los navarros Koma.
Con un atuendo más propio de una recepción que de un concierto (traje de chaqueta y corbata), subieron al escenario Brigi Duque, Rafa, Natxo y Juankar, para dar por finalizada en este 7º Festival Independencia Rock, su gira Sakeo 09. Creo que las doscientas y pico de personas presentes durante el concierto agradecieron que se viniesen tan lejos de su tierra para cerrar esta gira. Todo un detalle por su parte.
Empezó a sonar una intro de música clásica, para que el grupo fuese cogiendo posiciones. Concretamente era la "Marcha Radetzky", con lo cuál parecía que fuese el concierto de Año Nuevo de Viena. Al menos el frío era el mismo que el que hará allí el 1 de enero. Se comenzó del tirón. Así se pudo oír "Tío Sam" para arrancar el concierto, al igual que en su día arrancó la discografía de estos Koma.
Se esperaba que fuese el concierto de la noche y probablemente lo fue, aunque el tema del mal sonido y la acústica no terminaron de solucionarse, pese a la todo el trabajo del técnico de sonido que acompañaba al grupo. En particular resultaba difícil oír la voz de Brigi desde las posiciones más próximas al escenario. Me temo que el lugar no daba mucho más de sí. No obstante, buscando un sitio algo más retirado, parecía que se podía disfrutar mejor de la música que nos iban a dejar los navarros.
"El catador de vinagre", de su disco homónimo del año ’99, continuó el show. El público estaba enfervorecido, desplazando las vallas que se colocaron frente al escenario y que ahora no eran más que un adorno apartado de allí o tiradas por el suelo. Brigi adquiría una pose agresiva y desafiante cuando se marcaba los solos y se alejaba del micrófono. Prácticamente al alcance de los espectadores, el vínculo entre grupo y aficionados se hizo inseparable durante todo el espectáculo. El resto de la banda es cierto que permanecían algo más estáticos en sus puestos (obviamente Juankar no se iba a levantar de la batería), pero tanto Natxo a la guitarra como Rafa al bajo no perdían la conexión con el concierto, haciendo constantes guiños a la concurrencia tanto en la música como en su actitud sobre las tablas.
Tras una breve presentación, "Sé donde vives" continuó en el mismo álbum del ’99. Juankar marcaba la contundente cadencia con una notable batería, para arrancar el corte. Continuaba el tema con unas guitarras muy rítmicas y de riffs entrecortados. La gente seguía sumándose a la fiesta, saltando y moviéndose con la música del grupo. Fue un tema muy celebrado y coreado en su estribillo: "sé donde vives…".
Al producirse el cambio de ritmo y acelerarse la canción, se formó un circle-pit con bastante moshing. Estaba siendo un buen espectáculo.
No podían olvidar que este concierto se enmarcaba dentro de la gira de presentación del disco "Sakeo", y de este álbum cayó la siguiente: "Jipis". Tremendo trabajo el de las guitarras de Brigi y Natxo, sobre todo al comienzo. El sonido sumamente pesado rivalizaba con el estribillo que parecía hacer bastante gracia a los asistentes, que hacían coros al unísono con el frontman. Tras un cambio de ritmo, un solo también pesado y thrashero acabó cortando el tema, para volver a retomarlo hasta el final con el estribillo. Muy rotundo y, sobre todo, efectivo para caldear el ambiente dentro del gélido recinto.
Y entonces llegó una de la más representativas y esperadas del grupo desde que saliera en aquel "Sinónimo de Ofender" de 2.004. Se trató de "Imagínatelos cagando". Por supuesto fue uno de los estribillos más celebrados. Este tema fue bastante buen reflejo de toda su actuación en general en cuanto al vigor con que tocaron. Juankar estuvo inmenso a la batería. Los ritmos fluían del bombo sin contemplaciones y se reivindicó como el magnífico percusionista que es. Creo que el concierto fueron él y Natxo los que se salieron absolutamente (sin desmerecer al resto, por supuesto). Pero es que el guitarra supo sacar todo un arsenal de riffs y solos afilados y matadores. Toda una lección de lo que es ser guitarra de un grupo Metal. En este "Imagínatelos cagando" no se explayó mucho en el punteo, aunque daba buena medida de sus habilidades con las seis cuerdas.
De Rafa me llamaba la atención su actitud tan solvente sobre el escenario. Confiado y desafiante, supo explorar los ritmos del bajo, sacando todo el sonido de graves que ambientó perfectamente el show dentro del estilo crudo y agresivo de la banda.
Y Brigi Duque, que descargaba toda la furia de las letras a través de la desgarrada voz. Difícil de entender, sobre todo por la acústica, pero que no importaba a la mayoría de la concurrencia, que se las sabía al dedillo. Y con la guitarra no se quedaba atrás, aunque era muy de destacar sus labores de frontman: animando, incitando a la participación y prácticamente echándose encima del público de las primeras filas. ¡Todo un espectáculo! Se supieron ganar a los congregados de todas, todas.
Con este buen ambiente se avanzó en la noche, a lomos de temas como "El muro de Berlín" o "Diente contra diente". Todos ellos con igual de satisfactorio resultado.
La primera, bastante rítmica y con un riff entrecortado, a la vez que divertida y animada para moverse al compás. Vuelvo a incidir en los problemas con el sonido y la acústica, aunque eso se les escapaba a sus competencias y no podían hacer más que marcarse un buen show en lo musical.
Se volvió al disco "Sakeo" con "El Pato" y "La fiera nunca duerme". El primer corte fue tan agresivo en la sección de guitarras que inmediatamente se formó un circle-pit donde agitar cabezas bajo la sonriente mirada de Brigi y compañía, creo que complacidos por la eficiencia de sus labores. Con "La fiera…" se paró un poco el ímpetu, al arrancar con una intro pregrabada a base de un discurso que resultó inaudible por los problemas de la acústica. No obstante fue un tema de los más Heavy y con un solo más rockero de los oídos.
Más tarde también sonaría la propia "Sakeo" y "El sonajero", ya en la recta final del concierto. Todas ellas igual de bien recibidas que cualquiera del resto de su carrera. Creo que tras unos cuantos años de silencio, Koma ha conseguido editar un disco que cuenta con el beneplácito de sus seguidores. Al menos, en lo que al concierto se refirió, se saldó con un rotundo triunfo entre los seguidores del grupo.
Con "Deprimido" se hizo un breve momento de relax. Un tema más lento, estilo balada, aunque con la habitual voz grave de Brigi.
"La chulería" y "Jack Queen Jack" nos devolvieron a los compases rápidos y agitados. Con la banda en actitud rockera y posando para las fotos que sacaban los aficionados desde, prácticamente, un palmo de los músicos. No sé cómo les habrá ido en el resto de la gira, aunque supongo que en muchos de los conciertos habrán contado con un público más numeroso. Pero también es seguro que pocas veces habrá estado tan entregado como en este Independencia Rock.
"El Pobre" se destapó como un tema que hubiesen firmado los propios S.A., mientras el moshing seguía rondando por la sala. Qué grandes Natxo y Juankar.
La más festiva "Sakeo" y las fuertes guitarras de "¿Cómo no les vi venir?" (de un "El Infarto" olvidado hasta ahora) fueron dando fin al setlist regular de un concierto mermado por la acústica y el enorme frío, pero muy bien compensado por la notable calidad de la formación en directo. Con temas escogidos para apenas dar descanso a un público ávido de Koma en vivo.
"El sonajero" sí fue la última, antes de los bises. Precedida por la pequeña presentación del vocalista. Me sonó con cierto regusto a la música más propia de Boikot, por ejemplo.
Pues eso, que para los bises volvieron y se marcaron un par de temas más. Precisamente de "El Infarto" y, seguramente, los más ansiados: "El marqués de Txorrapelada" y (por supuesto) "Mi jefe". Ahí es cuando se desató la locura. Más de 200 personas moviéndose de forma caótica y turbulenta, de un lado a otro, mientras cantaban ambos temas al unísono que toda la banda. Era un grupo con cuatro músicos y cientos de vocalistas. Incluso algún vocalista más cuando el técnico de sonido de la banda se subió al escenario para cantar él. El hombre lo hizo con mucha voluntad… aunque con algo menos de afinación.
Así, en un instante, se pasaron los minutos de la actuación de los Koma. Los momentos finales se dedicaron a unos cuantos alardes musicales por parte, sobre todo, de Natxo. Con un solo que se aprovechó para los agradecimientos y apretones de mano entre Brigi y los fans. El resto también saludó, estrechó y se rindió ante los que acababan de asistir a otro gran recital de este grupo tan solvente en sus directos.
Así dieron por terminado el festival muchos de los asistentes, que salieron del recinto a eso de las tres. El frío, la hora tan tardía y que el grupo que restaba era local hicieron que muchos decidieran salir en busca de otras opciones.
No obstante, unos 70 decidieron quedarse a un buen concierto de Punk que se marcarían los organizadores del festival: Komando Kuervo.
Son cuatro: Deivi (bajo y voz), Tati (guitarra y voz), Sema (guitarra y voz) y Surraspa (batería y coros).
No tienen disco editado, pero eso no quita que se marquen unos conciertos espléndidos. Saben perfectamente adecuar temas de diferentes y variopintos grupos Punk dentro de su sonido propio para conseguir que, como en esta ocasión, sea una fiesta de música.
Lo cierto y verdad es que se marcaron unos covers muy currados estos chavales. Muchos de ellos eran auténticos himnos del estilo desde hace años. Muy conocidos y reconocibles, pero ello no quitó en absoluto merito a una interpretación tan sobresaliente como la se hicieron de la mayoría de los temas. Creo que también se marcaron algunos temas propios, o al menos yo no los conocía previamente (reconozco mi ignorancia en este aspecto). Lo que sí pude ver es que todos y cada uno de los que descargaron fueron acompañados por la mayoría de los que allí se encontraban.
Estoy convencido de que los grupos tributados estarían muy agradecidos por la interpretación que hicieron de bandas como Kaótiko, Reincidentes, El Último Ke Zierre, Barricada, La Polla Record (la que más), Gérmenes o Boikot.
Las voces la compartían el bajo y ambas guitarras, (Deivi, Tati y Sema). Cualquiera de ellos hacía suya la parte vocal de cualquiera de las canciones o se alternaban, siempre con similar resultado satisfactorio. Además, y no sabría muy bien cuál puede ser la razón, el sonido que les acompañó me resultó mejor que el que pudieron obtener los previos. En particular en cuanto a la voz se refiere, con letras muy distinguibles. Al menos esa resultó mi impresión. Pero como dije antes, uno se movía un poco para buscar algún punto de la sala con mejor acústica, y a disfrutar del concierto.
Una de las cosas que llamaron la atención de la actuación de estos Komando Kuervo fue que no paraba de subir gente al escenario desde la zona del público, para cantar los temas. Obviamente muchos de los que quedaba eran colegas de los miembros de la banda y aprovechaban esta familiaridad para hacerse con alguno de los micrófonos y recitar las letras del corte correspondiente. Algunos con más fortuna que otros. Es verdad que varios de los que anduvieron por allí fueron invitados directamente por la banda a marcarse algún párrafo o incluso tocar algo, guitarra en mano. Pero es que acabó subiendo hasta el tato, con la consiguiente reacción de Sema: "¡Cabrones, si vais a cantar, por lo menos hacerlo bien. Que si no, esto es una mierda!". La verdad es que me descojonaba con los comentarios.
Más que un concierto era una juerga, pero no dejaba de ser un show. Y en cuanto a lo musical, no quedaba duda de la gran pericia de los integrantes, cada uno en su posición. Muy compenetrados y dando mucha sensación de grupo. Aunque si tuviese que nombrar a alguien, me llamó la atención el buen trabajo de guitarra de Sema.
Más de hora y media se fue alargando el espectáculo, ante un constante movimiento y zarandeo de los que se hallaban más próximos al escenario. La música incitaba y el frío lo agradecía.
Así se desarrolló el concierto que cerraba la 7ª edición del Independencia Rock de El Cuervo. Y donde el setlist fue:
Oh Caroline
Buscando una canción (esta y la anterior sonaron seguidas).
Dentro del saco
Denuncia!! (también sonó seguida a la anterior).
Kema las banderas
Callejón sin salida (también sonó seguida a la anterior).
El gran desorden mundial
Derrotado
Canción del jubilado
Carne pa la picadora (se armó un buen alboroto con esta).
El perro del hortelano
30 años sin luz
Otra vuelta más
Vuestro Dios
Txus (de las que más hicieron moverse al público).
Vizio (se subieron unos cuantos a cantarla y nunca he visto a tanta gente cantando el comienzo que, para mí, resulta bastante complicado).
El abuelo fue picaor.
En blanco y negro
Nos quieren detener.
Cualquier día.
De esta forma acabó un festival muy currado por todos y cada uno de los grupos y que recordaremos como un estupendo evento, aunque en un entorno que nos hizo tiritar de principio a fin del espectáculo.
Esperamos que esta iniciativa llevada a cabo por los chicos de Komando Kuervo y por el Colectivo Madruga siga su andadura, adquiriendo cada vez mayor relevancia. Tiene todo nuestro apoyo para ello.