El tercer disco de los valencianos nos muestra una forma de acometer canciones entre clásica y experimental conllevando un resultado heterogéneo y ambigüo en conjunto.
La magnífica joya rockera de Los tejados o ese manifiesto personal contenido en Harakiri se alternan con otras piezas de naturaleza más compleja en lo musical que contienen historias más o menos rebuscadas, sirva Bajo sospecha de ejemplo.
En debajo de las piedras nos muestran su particular visión del panorama musical actual con una ácida crítica, entre incesantes coros, a los grupos que cantan en inglés.
Por lo general me gusta más el lado convencional de la banda que desde este perfil nos regala riffs de guitarra más que interesantes así como un sonido depurado y limpio.