Los sevillanos Hidalgo pretenden subirse al carro de la incipiente escena musical de la capital hispalense revitalizando su propuesta de la forma más honesta posible….con canciones.
Porque las dos primeras canciones que abren el disco son dos redondísimas composiciones, Mi colección y Nadie comprenderá, que no abusan del noise aunque voz y guitarras compitan por cada segundo de espacio. Un día en la playa me resulta más ambigua y de una asimilación más lenta aunque melodía y una letra repetitiva sean de las que recuerdas tiempo después de que haya dejado de sonar la canción.
Para las distancias cortas escuchamos la perfecta declaración de amor de A pleno sol que describe perfectamente la sensación de seguridad y felicidad que te puede dar estar con una determinada persona. Llegamos entonces a 2 composiciones de corta duración: la melódica y casi instrumental El baile del niño gusano y Lugar , uno de los temas más rockeros en su desarrollo.
Ensoñaciones a pocas revoluciones en Luna antes de la laberíntica Perdidos para finalizar con la historia de Ada que va de menos a más y un enigmático Paseo por Andrómeda.