El pasado 15 de junio nos desplazamos a Clisson (Nantes) para asistir a uno de los festivales de heavy-metal que hay en la actualidad, el Hellfest, donde se dieron cita desde auténticas leyendas del género a grupos con menos nombre que apuntan muy buenas maneras.
Lamentablemente, y por problemas con los horarios de los aviones, llegamos el mismo día 15 a mediodía perdiéndonos algunas actuaciones que nos interesaban bastante: Celeste, los madrileños Hamlet, Lizzy Borden o Unisonic son algunos de los grupos que nos quedamos con las ganas de ver, una lástima.
Otro de los puntos negativos del día fue la lluvia intermitente que cayó (con más insistencia por la noche) provocando que algunas de las zonas del festival se embarraran.
Tras recoger los pases de prensa (impecable organización en prácticamente todos los aspectos) y tener que acampar en una de las zonas más lejanas debido a la cantidad de gente que había ya allí (la organización habla de 112000 personas contando los tres días del festival y la verdad es que es totalmente creíble, dada la marea humana que se veía tanto en la zona de camping como en la de conciertos), montamos la tienda y vamos a ver a los primeros grupos de la tarde.
Llegamos mientras tocaban Heaven shall burn, para mí unos desconocidos pero la verdad es que se marcaron un muy buen concierto, ojalá tenga oportunidad de verlos en otra ocasión con más detenimiento porque me llamaron la atención. Sin embargo no pude ver su actuación entera porque me escapé un rato a ver a Orange goblin que me dejaron con la boca abierta. Un señor conciertazo que pecó únicamente de corto y más en mi caso que no pude ver demasiado.
Tras éstos me acerqué al escenario principal para ver a Gotthard con su nuevo cantante, Nic Maede, (el cual me convenció menos que en disco, la verdad), el cual ha entrado en la banda tras el trágico fallecimiento de Steve Lee, y no sé si es que mis expectativas tras haberles visto en varios conciertazos eran muy altas o que simplemente el grupo no tuvo su día, pero la verdad es que aunque no estuvieron mal, no acabaron de llegarme. Espero quitarme la espinita la próxima vez.
Otros que me convencieron y de qué manera fueron Colour Haze. Menuda maravilla de concierto, de lo mejorcito que pudimos ver. Tras ellos vuelta al escenario principal y turno de los sureños Lynyrd Skynyrd, los cuales salieron con bastante más energía de la que me esperaba y dieron un grandísimo concierto en el que no faltó la clásica Sweet home Alabama.
De Dropkick murphys solamente pudimos ver un pequeño rato del concierto pero la verdad es que en ese rato se lucieron y, por lo que comentaba después la gente, el concierto entero fue una maravilla. Animadísimos en directo y una recomendación segura, si tienes oportunidad de verlos ni lo dudes.
El primer día de festival llegaba a su fin y, tocando dos de mis bandas favoritas una detrás de otra en escenarios contiguos, decidimos quedarnos en esa zona y asistir a los dos conciertos íntegramente.
Y no me gusta decir esto pero el primero de los dos grupos dejó que desear: Megadeth ofreció un concierto irregular, bastante por debajo de lo esperado y falto de garra. En cuanto a Mustaine, la verdad es que casi no tenía voz: no llegaba algunas veces, otras tenía que forzar demasiado… es cierto que, aunque su voz es uno de los emblemas de la banda, nunca ha sido algo prodigioso, pero respondía bien. En esta ocasión no fue así. Una lástima y otra espinita clavada que espero poder quitarme en futuros conciertos.
Para cerrar la noche elegí el concierto de una leyenda viva, la prodigiosa voz de King Diamond volvía al escenario tras su triple bypass y teniendo la oportunidad de asistir a un evento tal, no iba a perderla.
El concierto fue sublime, de lo mejor del festival. King Diamond está en un estado de forma bestial, cantando como nunca, con muchas ganas y un montaje escénico bastante trabajado (obviamente esto no es lo más importante, pero ayuda). No faltaron temas como Voodoo, Halloween o Eye of the witch en un concierto que fue posiblemente el que más disfruté de los tres días que duró el festival.
Y sí, he dicho ya sobre varios conciertos que se me hicieron cortos (la verdad es que los tiempos por grupo en el festival son más bien discretos), pero si hay uno donde eché en falta más duración fue en éste. Ojalá tenga pronto la oportunidad de verlo de nuevo porque lo merece y mucho.
Y eso es todo, tras presenciar uno de los mejores conciertos del festival, si no el mejor, nos fuimos hacia la zona de acampada para descansar de cara al segundo día.
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