Hacía tres años que Havalina no pisaba un escenario en la ciudad de Granada, y el pasado sábado, en la sala Planta Baja, el trío madrileño, compuesto por Manuel Cabezalí, Ignacio Celma y Javier Couceiro ofreció un concierto especial para celebrar los diez años de vida del grupo, dando testimonio de que es una de las mejores propuestas de la escena musical alternativa de este país.
Abriendo el concierto con “Desierto”, atrapándonos con su introducción lenta y misteriosa, seguida de “Tu ciudad” de su último disco Las Hojas Secas (Origami Records, 2010), el público presente se entrega en aplausos. Tiempo ahora para un breve recordatorio de su anterior trabajo con “Sueños de esquimal” e “Imperfección”, entre canciones, Cabezalí bromea con los asistentes, sonríe, comparte miradas cómplices con sus compañeros, se saben en casa.
Después de escuchar el arrepentimiento y el dolor difuminado que encierra “Síndrome de culto”, Havalina anuncia que hay un nuevo LP que en breve grabarán y que contiene temas como “Viaje al sol”, salvaje y de guitarras potentes. Con “Punto de reconciliación” y “Objetos personales”, regresa a la melancolía y a las insatisfacciones personales, denominador común de su último trabajo. “Vamos a hacer un cambio de guión, vamos a cambiar de cd” guiño que hace Cabezalí a un comentario de un espectador de la primera fila, cambio que recupera del pasado “¿Dónde irán?”. Con “Sórdido” y la agresiva “Mordiente”, se caldea el ambiente, y con “Mamut”, desesperada declaración de intenciones, Cabezalí echa el resto, y se luce con una de sus cinco guitarras.
Es momento de agradecimientos, sobretodo a los presentes, “porque sois un montón y muy majos”, la gente responde con vítores a las palabras del cantante. Llega el turno de la joya de la corona, “Desinspiración”, con un inicio pausado, íntimo, para terminar en una explosión instrumental alargándola hasta el infinito y provocando el estado de trance de los presentes.
Toca retirada, pero es imposible, nadie quiere irse, siguen los aplausos pidiendo más, así que la banda regala un tema inédito de su próximo trabajo aún por confeccionar, “Cuando todos duermen”, y tras comentar su gira andaluza por salas de Málaga y Sevilla, ésta última un tanto accidentada pero divertida, finalizan el concierto con una sobredosis de carga sexual, la ansiada “Incursiones”, elevando a dos rombos el clima que allí se respiraba, mientras que los componentes del grupo se bajaban del escenario, para tocar entre los asistentes con intercambio de instrumentos y todo, haciendo de esta noche absolutamente inolvidable.
Fotos: JM GRIMALDI
Redactora: MARÍA VIEIRO MARTÍNEZ
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