El pasado miércoles 4 de noviembre la [2] de la Sala Apolo (Barcelona) recibió a la noruega Hanne Hukkelberg, presentando su tercer álbum: “Blood from a stone”. Un concierto dónde la sensibilidad, la buena harmonía, la elocuencia musical y algo más de guitar pop-punk de los esperado, inundó la sala y a los casi 300 oyentes que asistieron.
Hanne Hukkelberg empezó a tocar a la temprana edad de tres años junto a su padre, él tocaba el piano y ella le acompañaba con la batería y ya empezaba a entonar sus primeras canciones vocalmente. El Jazz, el Heavy y el Punk fueron los géneros que más trabajó en su juventud hasta que nos presentó “Little Things” (2003), su primer álbum que nos dejó a muchos sin palabras. Después de recorrerse Oslo en bicicleta durante dos años, en busca de sonidos procedentes de la vida misma (tal como hizo Björk), volvió a su ciudad natal y empezó a componer un primer disco dónde la sensibilidad, el “savoir faire” y la originalidad predominaron. Rompiendo estructuras, jugando con los tonos de su voz y con las notas y envuelta de su pequeña biblioteca de sonidos tales como su propia rueda de la bicicleta, lluvia, copas de cristal… completa una primera presentación de su talento que Sony BMG no tardó en distribuir. Un disco que nos presenta su propio mundo de bosque encantado y ninfas. (Nota: no dejar de escuchar: “Boble” y “Do not as I do”)
Después del primero llega el segundo, "Rykestrasse 68" (2006) que acabó de redondear lo que es sin duda la consolidación de su talento. Un trabajo dónde la sorpresa de su género queda ya en segundo lugar y su don nos sube a las nubes de la musicalidad y la imaginación. El disco lo realizó después de pasar 6 meses en Berlín, y una vez escuchado uno se puede hacer a la idea de lo que sintió viviendo allí (Nota: Escuchar “Berlín”). En este álbum, continúa usando su pequeña biblioteca de sonidos, jugando con su voz onírica, y deja de lado los sonidos más pop y electrónicos para jugar más con las formas propias del Jazz. (Nota: Escuchar “Cheater’s Armony”)
La presentación de su tercer disco “Blood from a stone” (2009) a muchos nos ha sorprendido. Hanne se “reinventa”. Deja de jugar con sus sonidos habituales y su aire de ensueño y maravillas y nos ofrece una mirada de realidad y dureza. Su formación son dos guitarras y un bajo (o un bajo, guitarra y piano) un batería y ella, con su delicada y mágica voz que acompaña a veces tocando el teclado o la pandereta. Nos presenta un trabajo que se aleja de lo que hasta ahora hemos conocido y admirado de ella, aunque no es ni mucho menos un mal álbum, más bien un tercer álbum que nos muestra su evolución y su estado anímico. Los dos primeros álbumes han sido bastante autobiográficos y éste último no deja de serlo. La sede de su inspiración fue una ciudad del norte de Noruega, allí estuvo unos siete meses y volvió a grabar sus creaciones en su habitual estudio. (Nota: escuchar: “Midnight Sun Dream”, “Blood from Stone” y “In Here/Out There”)
El concierto estuvo lleno de ovaciones y de fans que tarareaban sus canciones, tocó casi todos los temas del nuevo disco, e hizo un repaso de algunas de las canciones de los anteriores. Aunque el público echó de menos sus bicicletas, trombones y xilófonos. Hanne nos presentó su obra más pop y más dura y a nadie le dejó indiferente.