Sabado 12 de abril, Sala El Vivero, Málaga.

Cuantas veces hemos ido a ver un concierto de nuestro grupo favorito y nos hemos vuelto con las ganas de haber escuchado un puñado de canciones que la banda ya no interpreta en directo? Pues Hamlet para celebrar su 15 aniversario ha decidido cumplir nuestros deseos regalandonos un concierto basado en dos de sus primeros discos (Obviando Peligroso): Sanatorio de Muñecos (1994) y Revolución 12.111.

Para suerte de los fans esta serie de iniciativas ya no son tan raras pues siguiendo la estela de grupos como Slayer, que no hace mucho han estado interpretando su legendario disco Reign In Blood en directo o Metallica su Master Of Puppets o Iron Maiden recordando haciendo retrospectica de sus primeros trabajos.

Contando los dias que faltaban para el inicio de la ceremonia, llegó el momento y el concierto comenzó como no podia ser menos con su himno más directo: Irracional, una descarga anfetamínica para comenzar el show a la que siguieron temas como Creerse Dios, Poseer bajo sumisión y No me jodas todos ellos con un sónido contundente, como la actitud de la banda sobre el escenario, sin concesiones. Se notaba que disfrutaban de está gira y de estas canciones tanto como el público.

Pedro Sánchez a la guitarra era demoledor, con su look superrockero castigaba las seis cuerdas sin compasión con los riffs más salvajes compuestos por la banda y así sonaron Ceremonia TV, Racismo es desigualdad, Hombre del 2000 y Habitación 106. Molly también demostró que puede seguir cantando como hace una decada ya que en las últimas giras presentando sus nuevos trabajos no le exigian desgañitarse hasta estos niveles. Durante todo el concierto no paró de arengar a un público, ya de por si entregado.

Con El Color de los pañuelos, un tema más suave pero muy emotivo, pudimos descansar un poco mientras apreciabamos las líneas de bajo que dibujaba Alvaro, nuevo bajista desde hace pocos años. La sección rítmica la completaba Paco Sánchez, incontestable a las baquetas. Luis Tarraga a la otra guitarra le daba ese otro toque técnico a las canciones, para complementar la fuerza de Pedro, con sus efectos de guitarra en los momentos señalados.

Sonaron otros temas como Basta, Al Lado, Coeficiente Deprimente, El Pequeño Dictador, la muy coreada por el público Crónica Antisocial y dos clásicos más antes de un breve receso: Habitación 106 y Egoísmo. La banda todavia tenia que saldar algunas cuentas con la audiencia y volvió a salir a escena para interpretar la previsible, aunque sea un gran clásico, Jodido Facha y para finalizar nos regalaron otra perla de sanatorio de muñecos: Que voy a hacer, que puso broche a una velada memorable.