Nocturama 2008, Sevilla
Tras unas maravillosas y renovadoras vacaciones y viendo las cosas de manera diferente con el poder que otorga la distancia, un país y una cultura y costumbres muy distintas a la tuya, encontrar a gente espléndida y un sano periodo de desconexión total de tu vida cotidiana y vivir cada día como una excitante aventura, no puedes sino volver con mucha energía, felicidad y acompañado de un cambio de prioridades y un nuevo planteamiento vital.
Reemprendida la vida, el trabajo, la rutina, ejerciendo de Rodríguez en una ciudad calurosa y algo desierta por las fechas de verano es una bendición poder gozar durante dos meses de dos veladas a la semana de música al aire libre en un agradable y bello lugar como son los jardines del centro andaluz de arte contemporáneo. Allí, sentado en el césped, con buena compañía, con una cerveza fresquita al lado, pudiendo disfrutar de música en directo y charlas con los amigos o conociendo a gente nueva todo esto hace más llevadero el verano sevillano y le pone una chispa de color y alegría a la jornada.
El miércoles 23 de Julio pudimos asistir a una velada de electrónica alemana a cargo de dos grupos del sello Monika Enterprise, a cargo de Gudrun Gut y de Chica And The Folder.
Gudrun Gut, que es además la propietaria del sello discográfico, fue la primera en actuar, ella sola en el escenario junto con su Mac y unas proyecciones minimalistas consistentes en los puntos benday de Roy Lichtenstein en una versión monocromática con un sucio blanco y negro. Su música electrónica experimental sin duda no dejó indiferente al público o bien entusiasmo o no gustó para nada a los asistentes, estos últimos se dedicaron a hacer vida social en el recinto que también es una muy buena opción dado el buen ambiente. Siguiendo con los aspectos musicales su actuación tuvo momentos buenos y momentos que no dijeron mucho, acercándose mucho a la religión del sonido LO-FI y combinándolo con samples de distintos instrumentos de metal como si de una orquesta se tratase. Su música es más bien tranquila y es que hay muchas formas de ser experimental, ser un terrorista del sonido y fabricar un ruido infernal catártico como Alec Empire o hacer cosas vanguardistas como los artistas de Raster Noton o otras cosas como las de la propia Gudrun Gut y, nos gusten o no, a todos ellos y ellas hay que agradecerles que hagan más amplio el abanico de la oferta musical.
Los segundos en actuar eran Chica and the Fólder, un dúo afincado en Berlín compuesto por la chilena Paula Schopf que suele pinchar discos en las noches de la capital alemana y que habló al público en español y Max Loderbauer, antiguo miembro de Sun Electric. Paula se dedicó al bajo y Max al Mac, detrás de ellos unas proyecciones un tanto lisérgicas de patos volando sobre un fondo de colores o unas arañas cayendo en un fondo que parecía una selva. Su música es todo un pastiche sonando a veces como música oriental típica del restaurante chino más kitsch y otras como música verbenera, con unos loops muy toscos y empalagosos como los del órgano del gitano que pasa con la cabra bailando por la ciudad. Todo ello resultó en un espectáculo de lo más curioso.
Desde Nocturama seguiremos informando.