Se notaba en el ambiente que no era un concierto cualquiera, todo el público expectante, con esa sensación de que íbamos a disfrutar de un gran concierto pero a sabiendas que los que más ganas tenían, eran Gold Lake, ellos eran los primeros deseosos de dedicar este concierto a su gente más querida.
Como si Gold Lake supieran que nos debían este concierto hace tiempo y desde luego tenían muchas ganas de sacarse la espina.
Estuvieron rodeados de muchos amigos, de hecho pudimos ver entre el público a su gran amigo Miguel Ríos, y el lujazo de tener entre sus asistentes a Víctor Manuel y Ana Belén.
Aunque parezca lo contrario, en comparación con los grandes escenarios, donde acuden grandes multitudes y parece más complejo enfrentarse, te das cuenta que una sala como “ SOL” impresiona mucho, hay que cantar metafóricamente al oído a la gente , mirar a los ojos y se aprecian cada uno de los detalles de la actuación, todos los gestos, y sentimientos que son imposibles de esconder, por eso los convierte en algo muy especial, porque como en el caso de Gold Lake los sientes como si estuvieran tocando de manera totalmente personal para cada uno de los afortunados que asistimos al concierto este Viernes.
Gold Lake son una banda que no pueden dejarte indiferente, su música está llena de matices intimistas, reflejan una extraordinaria delicadeza y se adentran en múltiples momentos enérgicos que vuelan de forma etérea en sus canciones.
Comenzaron el concierto con adelantos del nuevo disco que lanzaran este año, con su ceremoniosa harmonía” Back to my Soul “y la onírica y elegantísima ‘The empire of Light’, uno de los canciones más atractivas del nuevo repertorio, pero seguidamente tocaron la esperadísima “Severed Land”, una de las canciones perfectas de su disco “Years”, Lua empezó a encontrarse realmente agusto en el escenario y continuaron descubriéndonos canciones inéditas “Trascend” y “We want love” ambas realmente emocionantes y donde Lua luce su bellísima voz.
Uno de los momentos más esperados de la noche llego con “Already Exist”, un tema que no tiene fisuras, es simplemente genial, este tema rebosa una atmosfera espiritual llena de calidez.
“Alpide Belt” comienza con la voz casi desnuda, es una canción magnética que te deja confuso, es como estar caminado en el desierto.
Continuaron con dos temas de su nuevo disco “World of Followers” y “Out of time” que subieron las pulsaciones de la sala, y finalmente para acabar sin pasar por el protocolo de entrar y salir del escenario como ya aviso Lua, no hacían falta protocolos, tocaron la canción que todo el mundo esperaba, “Lovers”, la canción que hace que se derrita el corazón, fue el cierre perfecto.
Gold Lake son una banda especial, tienen esa capacidad de desquebrajarte el alma a base de melodías atmosféricas llenas de amor y duelo, después de presenciar su concierto me queda claro porque gente tan importante como Paul Weller los quieren en sus shows.