Quien lo diría, llegó el momento, primer concierto de la era post Covid, y nos arrancamos en el Soko Live de El Puerto de Santa Maria, un recinto espectacular con una noria que le da un rollo Angelino y una decoración un tanto futurista, llegamos a un reservado (personal súper atento y amable) dispuestos a disfrutar por primera vez de un concierto al aire libre. Un recinto con todas las distancias y medidas de seguridad, todo muy controlado, el personal, asistentes, todo un protocolo más que correcto y adecuado.
Se estimaba que el concierto diera comienzo a las 22:30 se atrasó un poco, debido a que el acceso al recinto se produce con los controles de protocolo del COVID, a eso de la 22:45 suenan los primeros acordes de “Despertaré” como una declaración de intenciones para despertarnos de este letargo, estéticamente la banda todos de blanco, excepto Ale y Nita, él con un traje tonos morados y ella igual, un body con una especie de capa semitransparente, llena de claveles blancos y una corona de flores en la cabeza, vestuario de Nita, obra de Luis Benítez; hoy ellos también retoman su gira por primera vez después de toda esta etapa y se nota, no miento si digo que en las primeras canciones el corazón latía de forma más acelerada de nuevo, eso que solo te provoca la música en directo, que bueno estar de nuevo disfrutando de la música en vivo.
Imponentes desde el segundo uno, con fuerza y gana, “Silencio” le seguiría en lo que para nada sería un concierto silencioso, se preveía fiesta y fiesta iban a dar, con “Medina” acaba Nita al son de los dos baterías esta vez reconvertidos cada cual con un cajón flamenco y ella taconeando, es puro talento.
Tras este primer bloque de tres canciones Ale y Nita hablan sobre que hace cinco meses después de sacar origen todo se fue al traste con la pandemia, pero se muestran contentos y celebran que estemos todos bien y que la música tiene mucho poder para ayudarnos y alegrarnos el alma, ¡y tanto que la tiene!
siguen haciendo música y desvelan que harán canciones nuevas, y confiesan que llevan una semana llena de emociones y no sabían cómo afrontar el concierto y el retorno, el público les acoge entre aplausos y aplausos.
“La Primavera” sería la encargada de recoger el testigo de este primer bloque en un alarde de buen gusto estético y musical, lo bordan, “Por la vereda” le continúa para terminar este segundo pequeño bloque con “Despacio” en un duelo de cajones, rompiendo, esto es una autentica fiesta, la gente en sus sitios de pie bailando, que maravilla poder volver a vivir esto de nuevo, salen todos del escenario menos Ale, con los sintetizadores jugando, es alucinante la facilidad que tiene para desenvolverse en estos terrenos con un juego de luces muy a la altura durante todo el espectáculo y con especial interacción ahora, en un Medly donde rompen con “La grieta” en el momento más íntimo pero a la vez rompedor, se unen el resto de la banda en “Estamos solos”, Nita es dueña y señora del escenario, su presencia lo llena todo, y las clava todas cantando, es una gozada, es rabia, fuerza, poderío, delicadeza, garra, lo tiene todo y si le sumamos la presencia con sus bailes, su abanico, es un combo ganador.
Hablan de sus inicios que venían mucho por la zona de Cádiz y cuando estuvieron en la sala Milwaukee, se les nota emocionados y disfrutando, es un ambiente festivo, presentan “Contra la pared”, una canción donde deja huella las influencias africanas de este disco, de su viaje a Malí.
A las primeras notas de “New life” la gente las celebras, se aproxima temazo en lo que es una especie de popurrí junto a “Shiny Soul”, “Always Searching” y “Nature” en lo que es un guiño a sus primeros trabajos.
Con “Salvaje” ya no se puede estar más arriba, esto es una montaña constante siempre en subida, para traca final de “Toda la vida” esto está en modo sublime en lo que anuncia la “despedida”.
Es cierto que no hubo mucho jaleo en el público para pedir el típico otra, otra, a lo cual ellos dicen que son de la vieja escuela y que si no van a pedirle más canciones, en lo que todos gritamos ese típico otra, otra, es que quien diría que ya estamos encarrilando el final, se pasó tan rápidamente, y vuelven con “Mi danza”, que maldita maravilla de tema, no quiero que esto se acabe, pero el final siempre llega y para cerrar se despiden muy emocionados, agradecidos de nuevo, agradecen a todo su equipo, presentan a su banda, la cual es batería 1 David Bao, batería 2 Goiko Martínez y Guitarra flamenca y eléctrica Richi Palacin, a los técnicos, acaban con “Huracán de flores” con un solo de batería creciendo en un duelo de baterías en subidón con Ale y Nita al pie del escenario, se lió la parranda, pero bien liada.