La noche del miércoles 27 Fred Wesley volvió a Sevilla, un año después en el mismo escenario de la Sala X. Tras una breve espera sobre la hora de inicio, en la que se fue llenando la sala, hicieron aparición Leonardo Corradi y Tony Match, al órgano y la batería respectivamente. Con ritmos de funk empezaron a caldear el ambiente, que se creció con la entrada de Fred W. Éste se colocó en el centro del escenario, donde le esperaba centelleante su trombón.
Comenzó así una intro en la que el Sr. Wesley se dedicó a interaccionar con al público, pidiendo coros y haciendo bromas, y explicó cómo iba a ser el desarrollo de la función, con un primer bloque de jazz y un segundo de Funk.
Bajo las luces azules que bañaban el escenario, la gran calidad que ya desde la intro el grupo había hecho fehaciente, fue aumentando durante todo el concierto. El comienzo del bloque de Jazz fue con la canción “The road song”, seguida por las cada vez más virtuosas “Back at the Chicken Shack” y “8 Counts For Rita”. Esta parte del espectáculo estuvo tintada de Blues ante la que el público cada vez se mostraba más entregado a la música delirante de este trío intergeneracional.
En la sala ya era más que visible una alta conexión entre los artistas y los asistentes, unos solos tanto de órgano de alta tensión y de una batería eléctrica le dieron un descanso al maestro del trombón y contagió un baile imparable a todos y cada uno de los presentes.
La iluminación cambió, y con ello el ritmo: sin darnos cuenta estábamos en los últimos 30 minutos de funk. Bajo un rojo salvaje, el experimentado Fred Wesley le sacó punta a su trombón interpretando los grandes clásicos. Fueron especialmente celebrados sus famosos “Got My Mojo Working“ Caravan” y “Old man”, con el que toda la Sala coreó a viva voz, así como un pequeño homenaje a su antiguo compañero James Brown. Con el tema “House Party” revolucionó al máximo a la audiencia, que coreó con él hasta que llegó un descarado amago de despedida, en el que el público se dejó la voz y las palmas pidiendo “one more song”, que resultaron ser dos.
Se acabó la cita, con un aplauso que se alargó durante minutos como resultado del agradecimiento y admiración de los presentes, a los que les quedaba una última sorpresa; el alabado trío bajó del escenario para firmar discos, hacerse fotos y compartir algunas palabras con el público sevillano.
A pesar de ser un día laborable, y justo a mitad de semana todos los que fuimos acabamos con una sonrisa y una energía desbordante insuflada a ritmo de funk, una sensación difícil de comparar que esperamos volver a repetir en una tercera visita del gran FRED W.