Arranca la noche con El País Musicano, que después de más de diez años sobre los escenarios se despiden. Se entregaron a sus habitantes, así llaman a sus fans, cerrando el concierto con Tu mejor final y regalando camisetas en agradecimiento por su apoyo durante estos años de vida del grupo.
Uno de los ganadores del concurso Purapasta, Aeroplano21, tuvo el privilegio,
y también la responsabilidad de estrenar el escenario principal, para presentar las
canciones de su segundo disco, “La Saga/Fuga de H.B”.
Directamente desde Sevilla, Mañana y Kenedy. El primero ahora es una banda consolidada con un segundo disco en la calle, pero que dejó tibio al público que allí se concentraba. Mientras, Kenedy venía con fuerzas, “nos gustaría tener más tiempo para hablar, pero vamos a tocar, que es lo que sabemos a hacer”, así fue su carta de presentación, y lo demostraron con creces.
Turno ahora para una de las joyas del festival, Niños Mutantes. Presentación, por primera vez en directo, de su octavo trabajo, “Naúfragos”. Después de cantar Caerán los bancos y Empezar de cero, Juan Alberto, vocalista, da la enhorabuena, “porque tenéis festival nuevo en Málaga”, lo que provoca la aclamación total del público. Con El miedo confesaron que eso precisamente era lo que sentían al presentar este disco. “Bueno, quién está trabajando y quién en el paro”, La puerta fue un tema dedicado a la crisis laboral con un toque de humor. En el ecuador del concierto, el público vitoreó, coreó y bailó con Las noches de insomnio y Hundir la flota, y para aquellos seguidores “desde los primeros tiempos”, iba Veneno-polen. Para cantar un tema con sentimiento nada mejor que Errante y como en boca cerrada no entran moscas, la penúltima canción fue Te favorece tanto. Cerraron el concierto con un tema de su último álbum, La voz, y deseando una larga vida a Pura Pasta.
Y para plato fuerte de la noche, Sidonie. Traían a Málaga, por primera vez su último disco, «El fluído García«. Marc, Jesús y Axel, con la colaboración de David T. Ginzo en guitarra y teclados, son puro espectáculo en el escenario, y supieron llevarse al público de calle, hasta el punto de dejarlos fascinados. Pero, aquí viene el pero, porque lo hay, también se notaba que era una puesta en escena ya más que manida y sobreactuada, que puede llegar a cansar si los has visto en más de una ocasión. Aún así, se sentían muy agustito, y para cerrar el concierto, sonó El incendio, donde Marc se despidió diciendo, “gracias boquerones, ha sido un placer”.
Los malagueños, La Cena ya se perfilan como grupo revelación de este año, y con su disco «Historias al revés«, darán de qué hablar.
La primavera se había adelantado, para recibir a Fuel Fandango, conocida su cuidada puesta en escena, llenando de coloridas flores el escenario principal. La banda son la cantante cordobesa Nita y el productor Ale Acosta (Mojo Project), acompañados de Carlos Sosa a la percusión. Su propuesta original y arriesgada, de fusionar el flamenco, el funk y la electrónica hizo las delicias de un público que no paró de bailar y cantar con todas fuerzas, tantas que hizo que en la sala París 15 se fuera la luz, fallo técnico que supieron subsanar rápidamente, y que no minimizó en un ápice la energía que allí se concentraba, gracias a los temazos como Shiny soul, The engine, Monkey, Brazil.
Cuando el reloj marcaba las cuatro de la mañana, podíamos escuchar a Haddonfield en el escenario número dos, donde su cantante con una notable afonía, Raymond B. Myers, decía “hay que estar aquí por cojones”, y abriendo sus brazos al Vengador Purapastero, personaje que saltó al escenario para sorpresa de los asistentes. Sin duda una propuesta divertida para mantener en pié a las personas que aún tenían ganas de seguir con la fiesta.
El I Festival Purapasta ha cumplido las expectativas con creces, así que nos sumamos a las palabras del cantante del grupo granadino y le deseamos una larga vida y que nosotros podamos disfrutarlo.
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