1234, uno de esos hits que siempre resulta perdurable con el paso del
tiempo, irrumpió en 2007 para recordar que la suave voz de Leslie
Feist estaba de vuelta, luego del no menos meritorio y pacífico Let It Die,
de 2005, cuyo single “Mushaboom” avisaba una intérprete que podía
ofrecer mucho más.
La incógnita, en ese sentido, era saber si el resto de su nuevo álbum
podía conservar ese gratificante clima. Felizmente, The Reminder
cumple con la expectativa e invita a una colección de canciones que, aunque
más pulida y apoyada en un sólido y atractivo trabajo de arpa, banjo,
percusión y guitarra acústica, no es tan disímil a su predecesora.
Es que la tranquilidad sonora que despliega esta cantante canadiense, por momentos cercana a las de Joni Mitchell en Ladies of the Canyon o Carole King en Tapestry, mejora en sus amables melodías. Sea por el piano en "The Water" o el acústico sonido de Intuition, el equilibrio que logra Feist en torno a su delicada y personal tonalidad crea una atmósfera predominantemente íntima. Acaso recordando a “Gatekeeeper”, una deliciosa composición de Let It Die, “So Sorry” es otra gentileza de equivalente satisfacción que abre el disco con una aire conciliador y seductor. De todas formas, en ocasiones se encuentran excepciones como los pegadizos "Sealion", cover del clásico de Nina Simone "See Line Woman", y “Past In Present”, donde las guitarras son menos introspectivas y las intervenciones vocales de Feist, como los coros, mas insistentes. Incluso, “My Moon My Man”, uno de los singles del álbum, se mueve en un terreno similar, provisto de un ritmo movedizo que otorga cierta variedad al trabajo.
En suma, The Reminder ofrece a una artista que, como señala el nombre del disco, recuerda. Sean lugares, momentos o cambios. "Las viejas esperanzas adolescentes llegan a tu puerta", dice Feist en 1234, precisamente recordando con algo de nostalgia, a través de una música que nunca deja de ser tan hechizante como su apremiante inspiración.