Tras el revuelo causado con su primer trabajo en 2007, el grupo pucelano EUPHORIA regresa ahora con su segundo trabajo Culto al deseo, un disco que les pone en primera linea de los sonidos más fuertes que se hacen por aquí y les confirma como una de las más firmes promesas del metal nacional.
Hay un tópico en el mundo del rock que habla del “difícil segundo disco”. Se basa en que las bandas condensan lo mejor de años de esfuerzo en su disco de debut, y cuando llega el momento de grabar el siguiente se quedan huérfanos de inspiración e ideas. Otras veces, en cambio, los grupos aprovechan esa primera experiencia como base sobre la que crecer para ofrecer una versión mejorada de sí mismos en el siguiente paso. Eso es exactamente lo que han hecho euphoria en Culto al deseo.
Formado en 2003 en Valladolid, inicialmente bajo el nombre de RED, el trío que forman David P. Zarain (guitarra), Pablo Fernández (voz y bajo) y Abel Martínez (batería) dio su primer puñetazo en la mesa con la publicación de Euphoria en 2007, producido por Pablo Iglesias (Lagartija Nick, Piratas, Kannon…). La prensa especializada encajó gustosa el golpe, como lo atestiguan las buenas críticas recibidas en medios como Rock Zone, Mondo Sonoro, Kerrang o Radio 3. El público lo celebró. 2.000 personas comprándose el disco, y muchas más mostrando su apoyo en la red (18.000 descargas; más de 100.000 visitas en MySpace) y en sus presentaciones en vivo en las principales ciudades y festivales de la geografía española. Pero ése fue sólo un aviso de lo que vendría.
Con todo lo aprendido en el estudio de grabación y sobre los escenarios, el grupo dedicó 2009 a preparar y grabar su segundo álbum, bajo la supervisión de Raúl de Lara (Second, In Keys, Corea, Vértigo) a las mezclas y producción. Afines al metal oscuro, entre contundente y paisajístico de formaciones como Tool, Isis, Katatonia o los Deftones más atmosféricos, euphoria han dado tres pasos adelante con un sonido, unas canciones y unas letras más maduras y personales. La masterización en Nueva York a cargo de Howie Weinberg (Pantera, Deftones, Nirvana, U2…) es tan sólo la guinda del pastel.
Dan fe de ello los trece cortes del disco, pero si quieres hacerte una idea puedes empezar por “Fobika Utopika”, perfecto ejemplo de la habilidad del trío a la hora de moverse como pez en el agua entre la calma y la tempestad, así como“55 Días”, amenazadora y celestial a partes iguales. O “Donde Habita La Jauría”, si prefieres que un tremendo vendaval te deje noqueado con una buena melodía. Y para rematar la faena, la genial y muy personal adaptación de “La Leyenda del Tiempo” del mítico Camarón de la Isla, una muestra de que para estos tres tipos la música no tiene límites, además una de las mejores alianzas entre el universo del rock y del flamenco que se han plasmado en disco. Gallina de piel.
Culto al deseo confirma que euphoria ya no son una promesa, y que se han ganado por méritos propios un sitio de privilegio dentro del mejor metal nacional del momento.
Dani García
www.myspace.com/euphoriadiccion