En su autobiográfica Born to Run, Bruce Springsteen viene a explicar que los cantantes no siempre se suben a un escenario en plenitud de facultades, bien por cansancio, bien por problemas personales, bien por un precario estado de salud. Pero en el momento en el que se produce la armoniosa comunión entre el público y los músicos, todos los inconvenientes se quedan atrás, naciendo un nuevo estado emocional. Ayer noche en Sala X, Varry Brava dio una lección de profesionalidad y bien hacer en su retorno a la capital andaluza. El rompedor grupo se reunió con su público sevillano después de una odisea de kilómetros recorridos en furgoneta. Kilómetros que los viene haciendo por España para presentar su último trabajo, Safari Emocional. Su vocalista, Óscar Ferrer, confesó a Musiqueando el agotador viaje, pero asimismo dejó claro que su fidelidad al público y a la música está por encima de cualquier otra circunstancia.
Temas de su nuevo trabajo y de otros anteriores fueron cantados en un ambiente de gran complicidad, con una entrega recíproca. Y es que Varry Brava suena muy, muy bien, con un directo poderoso, del que es difícil evadirse. Pero más allá de lo referido, Varry Brava ofrece una música fresca, distinta, y hasta un tanto vintage, pues en su esencia realiza un homenaje a la innovadora y atrevida década de los 80. Incluso, los sinuosos movimientos sobre el escenario de Óscar suponen una nota peculiar, perfectamente complementaria con la puesta en escena de la banda. Éste, cada vez que podía, agradecía al público su apoyo, recordando que «los festivales están muy bien, pero no se debe perder este contacto tan directo que suele producirse en una sala», llegó a comentar entre canción y canción. Porque, realmente, tanto a él como al grupo se les vio involucrados en todo momento.
‘Ningunodos’, ‘Entre el cielo y el mar’, ‘Sonia y Selena’, ‘Vietnam’, de Safari Emocional; ‘No gires’, ‘No te conozco’, de Demasié; o ‘Fiesta’, ‘Fantasmas’ y ‘Oh, Oui Oui’, de Arriva, fueron algunos de los temas con los que Varry Brava regaló a los sevillanos en la noche de ayer.
Fotografías: Patricia del Zapatero.