Desde Uruguay recibimos con los brazos abiertos una propuesta que defiende un estilo de rock progresivo sin dejar de lado detalles importantes en cuanto a melodía y claridad en la voz.
Y eso que apreciaremos algo de oscuridad en la inicial Atacama pero la escucha de Boicot al kiosco con una voz que nos va llevando a la par que el sonido de una guitarra eléctrica permanece flotando hace sin duda que mi atención al disco se multiplique por 1000. Es mi favorita.
Las descargas intermitentes de la autodestructiva Menstruo nos hará tocar fondo sin que deje de sonar a rock para explorar la condición humana en Frágiles y luego desbocarnos en la frenética Piso. Con un interesante y melódico final en Amen terminamos esta reseña de un disco que pese a ser duro por momentos en su arquitectura lo cierto es que es fácil dejarse atrapar y quedar sumamente convencido.