Un año más fieles a la cita con el Festival primaveral hispalense. Un año en que la organización tenía el reto de superar ciertos problemas acaecidos en la edición anterior y como reclamo un cartel, como dirían los taurinos, bien rematado y con elocuente diversidad, acentuada en mayor medida en las inmediaciones con la mezcla de público del concierto de Judas Priest celebrándose en un recinto muy cercano pero no tan bello, no nos cansaremos de decirlo, como el Monasterio de la Cartuja.
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Con demora en la apertura de puertas pero entrada fluída en cualquier caso, primeras filas para el concierto de El Puchero del Hortelano en esa fantástica hora del atardecer.
Su concierto nos hizo bailar como si no nos esperara más música esta noche recién inaugurada y parte importante de la madrugada. No faltaron "Quiero saber", "La Guía" o "Ave Fénix" como parte de un setlist comprimido, formato festival, pero dando la talla y contagiando de ritmo, buen rollo y predisposición a modo de bienvenida al Territorios.
A esas horas de la tarde el toque de calidad lo ponian Lolo Ortega y su banda en el escenario Cadena Ser con su exquisito blues rock. Una perla de actuación que no merecía para nada pasar desapercibida y así lo demostraba el relativamente abundante público que asistía a las evoluciones de Lolo sobre el escenario, a pesar de la temprana hora y su ubicación en el escenario más pequeño del festival. Abandonábamos a Lolo para desplazarnos a continuación al escenario Territorios para presenciar el concierto de Love of Lesbian, en nuestro camino dejábamos a la izquierda el pop de Full que se abría paso en el escenario Brugal.
Love of Lesbian sigue aumentando su ejército de fieles a cada paso que dan. El boca-oreja ha sido tan determinante como ya hacía tiempo que no se daba este fenómeno. La determinación y convencimiento de su público es tan firme que sus canciones pasan a ser rincones especiales que cada uno conserva con su propio significado.
A su ya habitual habilidad en desgranar las virtudes de un disco, 1999, que aceleró en muchos pasos, el proceso antes mencionado hay que unir que intencionadamente filtraron nuevas canciones del próximo disco de forma que cuando sonaron "Nadie en las calles" o "Wio" a casi nadie les resultaron desconocidas y llevan camino de convertirse en nuevos temas-himnos de la banda.
Santi Balmens en calidad de front-man es tan peculiar como su propia voz que en temas como Incendios de nieve y calor, Me amo o Allí donde solíamos gritar desencadena emoción y ese pellizco tan inexplicable que, envuelto en surrealismo y sarcasmo, pocas bandas llegan a transmitir.
Con Kiko Veneno y su Joselito arropado por una banda muy completa en guitarras que se atrevieron a versionar el Revolution de The Beatles, Tricky volviendo a revitalizar su disco Maxinquaye y The Milkyway sonando de escándalo con ritmos blueseros americanizados hicimos la parada de avituallamiento necesaria para lo que restaba de noche.
Una de las actuaciones estrella era la de Tortoise. Los norteamericanos regresaban a Territorios 6 años después y no gratuitamente, ya que, en un sondeo realizado este año Tortoise se posicionaban como una de las mejores actuaciones recordadas en las diferentes ediciones de Territorios. Los cinco músicos poliinstrumentistas de Chicago tomaron posiciones en el escenario y comenzaron con un grandioso inicio, el mismo que abre su último disco: 'High Class Slim Came Floatin' In' y 'Prepare Your Coffin'. Todo un alarde de lo interesante y lo vigente que continúa siendo la propuesta de Tortoise. A continuación repasaron material de todos sus discos, y así de TNT sonaron 'Ten day interval' y 'The equator'. De Standards sonaron 'Eros' y 'Seneca' con su típico final que cuenta con la colaboración del público a las palmas. Incluso recuperaron una joya de su primer disco: 'Tin can & twine' A estas alturas del show, el público estaba entregado a unos músicos como la copa de un pino, músicos que nos deleitaron con un desfile por múltiples instrumentos: Marimbas, xilófonos, organos, samplers… además de los consabidos guitarras, bajo y batería, perdón que digo, dos baterías! Terminaron de extasiar al personal con todo ya un clásico de sus conciertos: 'Salt the skies', auténtico heavy metal. El momento más experimental de la noche lo vivimos con la experimental Dot/eyes a la que siguió la épica Crest. Tras un amago de fin, Tortoise ante el insistente público regresó al escenario para ofrecernos un bis. Tortoise se despidieron y ya estamos deseando volverles a ver.
SFDK traían un espectáculo tan ambicioso como brillante en su puesta en escena. Los grandes nombres de hip hop componían su llamada Lista de Invitados que agolpados hacia el fondo del escenario iban saliendo por turnos y dar de sí lo mejor de sus rimas.
Uno de los primeros invitados en salir a escena fue el portentoso Sho-hai, todo un heavy del rap, que entró en el escenario rociando gasolina para acto seguido prender fuego.
El Límite, La Excepción o Acción Sánchez, son solo algunos de los que procuraron un concierto donde el ritmo no cesaba y la oportunidad única de verlos en hermandad compensaba en gran medida tu mayor o menor afinidad a este estilo que ha puesto a Sevilla en primerísima línea.
Con Amaral era fácil adivinar qué iba a pasar. División de opiniones sobre su inclusión en el cartel pero al final, unos por convencimiento, otros por curiosidad o intención de criticar, se acercaron al escenario donde Eva ya exhibía su flamente voz. Los de Zaragoza tiraron de tablas intercalando temas de su último disco como Montaña rusa, Van como locos, Esperando un resplandor, Antártida y Cuando suba la marea ya hacia el final con esos éxitos seguros que han ido coleccionando año tras año (Días de verano, Como hablar, etc…) con Eva muy activa y que tuvo palabras de cariño hacia los estudiantes de la Universidad de Sevilla por sus recientes movilizaciones contra los recortes.
Quizás le sobró algún que otro chillido en Revolución, dicho sea de paso , pero quien buscara motivos de injustificación se encontró un concierto impecable que gustó, y eso es en definitiva lo que cuenta más que las etiquetas.
Los Enemigos eran de los más esperados de la jornada por sus años alejados de la actividad musical. El público acogió con enormes ganas esos temas desempolvados de otras décadas que en la voz de Josele Santiago, personal y castiza, no han perdido vibración ni sentido. Una buena dosis de rock patrio en esta gira de reunión de Los Enemigos que se ha convertido en una de las noticias agradables de lo que va de año.
De Fuel Fandango ya hemos hablado maravillas otras ocasiones y ayer no fue para menos. Una gran oportunidad de poner su propuesta en el escaparate de un público numeroso que, en acertada hora, quería bailar con los sones de esta propuesta tan original como atractiva. La voz de Nita nos ponía de acuerdo a todos que, cuando se adentraba en aires más flamencos y quejíos a bordo de bases electrobailables, nos provocaba incluso el silencio y el querer escucharla. Hubo mención a la reciente pérdida de Donna Summer y una creciente admiración sobre el show que alcanzó su punto álgido con ese auténtico temazo que es Shiny Soul.
Para ir acabando Tiga y Basement Jaxx a pocos metros de distancia competían por llevarse la mejor y más nutrida rave de los que, a esas altas horas de la madrugada, aún quedábamos por el recinto. Más animado Basement Jaxx y en mi opinión más acertado, y más personal y arriesgado en sus mezclas el primero, consumieron el resto energético de quien muy satisfecho os escribe previo a la segunda jornada.
FOTOGRAFÍAS: Alberto Ferraris Ravé