Ante un auditorio prácticamente vacío puedes hacer dos cosas: retirarte o luchar. Santi Capote y Guille Mostaza apostaron por lo segundo al encontrarse la fría noche del 16 de marzo con una Sala Imagina de Cádiz donde el eco amenazaba con ser su mayor compañía.
Fotos: J.M.Grimaldi
¿Error de promoción? ¿Problemas con un fin de semana cargado de actos por el bicentenario de La Pepa? Las razones podrían ser muchas -incluido que Fuel Fandango había agotado la taquilla una semana antes y forrado la ciudad de carteles- y la realidad, una. El público de Ellos se dio por sentado y se equivocaron. Apenas 50 personas acogían al dúo madrileño que quiso, eso sí, darlo todo por los que se habían quedado. A partir de las 1.20 de la madrugada -estaba programado para las once- una hora y media de concierto sirvió para presentar su trabajo más desgarrador –Cardiopatía Severa– y también para hacer un repaso a los «hits» -jits en argot de Guille- de esta pareja especializada en corazones rotos y resucitados.
Casi a oscuras, las imágenes de Ellos TV sirvieron para acompañar el ramillete de temas que echó a andar con Lo Nuestro y siguió por su discografía sin saltarse los clásico como En tu lista, Tú primero, Vente si puedes o Caimán, dedicado a un crítico de los que critican mucho y que, al final, se terminó haciendo un amigo. Porque la situación se prestaba a este tipo de declaraciones de amor.

Como en casa, Guille se hartó de hablar con un público que podía contarse con los dedos y que, a pesar de la sobreexposición, no paró de bailar ni un segundo. Cumpleaños feliz o Porqué no volvemos fueron conduciendo la velada hasta un final en el que el dúo no quiso renunciar a los aplausos, los bises y la pantomina. «Esto es un teatro, ya sabéis, si aplaudís volvemos. Me encanta que me rueguen«, confesaba. Campeón, Diferentes y Anillo sirvieron como extra para una sesión que terminaba con Lo dejas o lo tomas y en la que había hasta grititos de fans porque nada importa una vez se pierde la vergüenza.
«Os hemos hecho el concierto más largo que tenemos preparado, os lo merecéis«. El público que marchó satisfecho, habían pagado por un concierto que esperaban cuanto menos apretado y salido con la sensación de haber asistido a un recital privado. Habían podido apreciar cada imagen, cada sincronización y cada detalle. Desde las imágenes de Robocop a los Teleñecos, desde Mujeres Ricas a La Guerra de los Rose o Street Fighter. Pocas veces se tienen oportunidades como ésta.
Más fotos del concierto en http://www.facebook.com/media/set/?set=a.10151117413758787.392448.262493003786&type=1
Tweet