Tercer álbum de la banda. El disco salió a la venta el pasado 26 de Mayo. Fue grabado en Los Angeles ( Estados Unidos ) y ha sido producido por Ricardo Sardina. Para este nuevo disco, Raquel Del Rosasio estrena " nuevo look " con el pelo mucho más corto. Es un disco donde los tres miembros han puesto todos de su parte para elaborar las canciones tal y como ha comentado la banda. El resultado es un disco más fuerte y contundente que los anteriores y con letras más agresivas.
Es un disco que demuestra la madurez de la banda y es mucho más rockero que los anteriores con unas letras llenas de agresividad y fuerza. Ya con el " single " ( Si no estás ) que desde el 13 de Abril y empezaba a escucharse en las emisoras de la radio, la banda avisaba de qué iba a tratar su nuevo proyecto.
Algunos temas tienen buena guitarra como son los casos de " Si no estas " , " Quién te crees " y " Gente "
Personalmente me gusta este album mucho más que los otros de el Sueño de Morfeo. En los anteriores pese a que había temas rockeros, las letras y el ritmo no eran tan potentes como en este nuevo . De pop hay muy poco, prácticamente las canciones tienen un estilo fuerte y contundente. Quiza las excepciones sean los temas " Ven " y " Me he cansado de esperar " que son en mi opinión los temas más flojos del disco. De echo es algo que me sorprendió cuando los escuché, el estilo de estas canciones no tiene nada que ver con el disco y menos aún con el estilo de El sueño de morfeo. Son canciones más bien " Celtas " . No sé si lo han hecho para probar algo nuevo pero desde luego no va con ellos esa forma de música.
En definitiva, se trata de un disco lleno de sorpresas nuevas y mucho más dinámico y agresivo que el resto y con sonidos mucho más potentes, sin olvidarnos del carisma y la voz de Raquel.
Temas del disco
1 Ven
2 No sé donde voy
3 Si no estas
4 Volver a empezar
5 Quien te crees
6 La voz de mi conciencia
7 Gente
8 Más allá del bien y el mal
9 Miel en los labios
10 Me he cansado de esperar
11 No voy a cambiar
12 No hay vuelta atrás
13 Enséñame a olvidar