Sábado 8 de Julio, 2017. Cádiz
En el Muelle de Cádiz teníamos una cita con el rock en castellano con dos de las bandas que por trayectoria y relevancia ya tienen su hueco ganado a pulso en la historia del rock patrio.
Por un lado Sidecars llevan más de 10 años reclamando a base de canciones que inciden más en estribillos pegadizos y melodías amables que el hueco de Pereza, en especial de los primeros Pereza, les pertenece. Sería injusto decir que ayer ejercían de teloneros pues mucho del variado público que ayer se congregó venían a verlos y dieron un concierto completo que abrieron con Fuego Cruzado. Nunca antes habían tocado en Cádiz y su actuación gastó un gusto especial amén de diversos piropos (por supuesto merecidos) a la tacita de plata. También regalaron actitud canallesca (de la que el rock por definición se nutre) y una versión de Mi Enfermedad de Los Rodríguez que parecía apelar a los más románticos del género su beneplácito.
La banda fue rotando protagonismo como el teclado en Chavales de Instituto o la percusión de Cremalleras con su vocalista Juancho sabiendo ejercer la responsabilidad de líder de una engrasada banda que contó con Leiva un aporte extra en Contra las cuerdas donde apreciamos la similitud de registros de ambos hermanos sobre el escenario. No faltó Fan de ti para deleite de un público que la pedía con insistencia y que fue muy coreada.
Lo dijo el propio Leiva. El éxito es salir en una furgoneta con sus amigos de giras. Sus amigos son su banda y además son excelentes músicos. Nombrar al Niño Bruno (batería) al que hemos visto como imprescindible de formaciones con Calamaro y con Fito, o al teclista César Pop supone nombrar a músicos de un altísimo nivel que tuvimos la suerte de disfrutar una noche más. Y junto a ellos una sección de viento cargada de complicidad o el propio Juancho que hizo doblete esta vez en labores de guitarrista y coros de su hermano, Leiva, que hace que su carrera en solitaro desde luego así no lo parezca tanto.
Su concierto sirvió para recordar a Pereza (Aproximación, Windsor o Como lo tienes tú, entre otras), elogiar a Chuck Berry en Sixteen y para degustar auténticas joyas de su carrera como son, para mi gusto, Eme o Vis a vis. Celebradas fueron las populares Sincericidio o Terriblemente Cruel con la que invitó a subir al escenario a Dani Martín.
Pidiendo que se disfrutara del concierto sin necesidad de usar los móviles, Leiva cerró el bis con Lady Madrid dejándonos claro que dentro de su ya dilatada experiencia sigue apostando por una banda muy sólida como forma innegociable de presentarse. Bravo Leiva.
FOTOGRAFÍAS: IRENE GARCÍA MEDINA