La mítica sala Siroco, esa que ha sido catapulta para grupos emergentes, acoge esta noche a la agrupación madrileña The Blind Duck. La sala surgida tras la movida madrileña, ha visto a miles de grupos pequeños crecer: M Clan, Pereza, Vetusta Morla, Los Rodríguez o La Casa Azul son algunos ejemplos. Siroco ha sido ya desde los noventa un mítico espacio creativo en donde tienen cabida muchos géneros: este 31 de marzo le toca al indie–rock.
En los camerinos, entre cervezas y botellas de agua, cada miembro de The Blind Duck realiza su ritual particular de antes de los conciertos mientras se va llenando la sala. Sandra y Dani (batería y bajo respectivamente) se van mentalizando y preparando con la parsimonia del que se sabe triunfador. Miguel alias <<Makalutis>> (guitarra) calienta su cuerpo como hace en sus entrenamientos de fútbol. Inés (voz y guitarra) se une a él y ambos primos repiten mantras como cada vez que salen a escena: «todo va a salir bien, tanto el público como nosotros vamos a disfrutar. Todo va a salir bien, lo vamos a hacer genial´´. Este tipo de frases se convierten prácticamente en rezos que les van aportando fe y seguridad para garantizar éxito en la noche.
Los técnicos de sonido controlan que todo esté bien. En la prueba de sonido no ha habido problemas. Es hora de salir.
Miguel ha hecho una particular petición. Ha pedido una canción para la presentación de la banda: con la épica correspondiente de héroes clásicos, salen a recibir a su público con la banda sonora de 2001: Odisea en el Espacio de Kubrick.
Arrancan con sus peculiares versiones de grandes grupos: Psycho de Muse, Mardy Bum de Arctic Monkeys y Last Nite de los Strokes. Una vez que han dado la bienvenida con esos grandes temas el público comienza a saltar en la sala con Tequila y su icónico tema.
Entre la exquisita variedad de la setlist se cuela a continuación el primero de sus temas propios. Deep Down. Tras RadioHead y Adele y el más conocido temazo de Rafael llega una peculiar votación: la de que el público les ayudara a través de un sondeo a titular a su más reciente canción. Ganó el título <<¡Hostia en el suelo!>> por goleada.
Coldplay, Red Hot Chilli Peppers y hasta Eminem con un cambio de atuendo y gafas de sol incorporadas para denotar chulería y confianza. Parece que gritan con cada nueva canción: ¡Aquí hemos venido para quedarnos! ¡Y lo vais a ver! Este grupo domina y pasa sin preocupación por varios estilos como el que se sabe experto en ser un polifacético con clase. La puesta en escena les sale magistralmente natural. Su estilo desaliñado hace que el público se sienta como en casa: el ambiente súper familiar. Amigos, familia llenan la sala: esto es una auténtica celebración musical.
Nightmares (la otra nueva) de The Blind Duck anima al público enseguida, inquieto por escuchar todo lo que tengan que cantarnos. Son composiciones frescas, influidas por el rock y el pop de toda la vida. Son parte de la nueva ola de creadores creativos que irrumpe como un tsunami.
Smash Mouth y Amaral preceden a Fire de The Blind Duck, y se incendia la sala con las ovaciones y los cánticos de los asistentes.
Wake me up When September Ends y Smells like a Teen Spirit son la antesala de la canción de la banda más aclamada por el público: Moscas. Es un hit. En el bis Lentejas! y Seven Nation Army. Y no puede quedar un mejor sabor de boca ante lo que se acaba de vivir.
Este llenazo en Siroco no será el último. Esto es un despegue y un aterrizaje a la misma vez en la industria musical. Pato´ la vida.