Cuando desde la organización del Monkey Week comunicaban que se trasladaban a Sevilla desde el Puerto de Santa María se generaron muchos suspiros y sentimientos de vacío por pensar que no se reproducirían tantos y tantos momentos que el Festival, único en su especie, nos había regalado en sus distintas ediciones. Pero dejaban una puerta abierta que este fin de semana ha cristalizado como Monkey Weekend con la misma filosofía y el maravilloso enclave de cirtcuito de showcases repartidos por la bellísima localidad gadita de El Puerto de Santa María.
Uno sabe que ha llegado al Monkey cuando desde un garaje y a rtimo de surf The Weekend Turtles interpretan el pasodoble Vaporcito del Puerto de Paco Alba y empiezas a reencontrarte con más monetes, los de siempre. Y todos sonreímos, estamos en nuestro planeta y combatimos el calor con unoss aspersores sobre el mismo garaje que se estrenaba como «lugar especial».
Un barco anclado en el muelle servía también de escenario donde la calmada propuesta de Segunda persona parecía parar las olas del mar en otro de los idílicos lugares para disfrutar de la música en directo que, sin duda, sigue siendo uno de los puntos fuertes de la organización.
La algarabía que parecía desbordarse desde la terraza del bar Santa María y su inolvidable escalera de caracol nos llamaba para sorprendernos con un espectacular final de concierto, como si de James Brown se tratara de Branquias Johnson que junto a sus incondicionales nos reencontraba con otro aspecto inherente al Monkey: la sorpresa y el eclecticismo.
Ramona en la Cristalera navegaba entre el surf y el punk y quisimos comprobar el empuje de nuevos estilos y generaciones chocando de frente con el hip hop y la poquísima vergüenza de los jerezanos Space Surimi que sin duda regalraon varios de los momentos más divertidos de la jornada. Quisimos comprobar las bondades de resultar ganadores del prestigioso concurso Proyecto Demo de Radio 3 con el concierto de Leicomers en la Sala Milwaukee que cuenta con con ser la sala que programa música en directo de forma continuada durante todo el año.
El proyecto de Quentin Gas y los Zíngaros lo conocimos precisamente en un Monkey Week y para la ocasión tenía reservada actuación en el escenario de la Plaza X el Sabio y que se desarrolló con el público buscando refugio en la sombra y con grandes momentos de inspiración mintras desgranaba las bondades de su disco Caravana que en directo gana espontaneidad y puesta en escena desde raíces flamencas y actitud del rock.
Pretendían los chilenos de La Big Rabia dentro de sus dos shows programados que el primero residiera más en boleros y en un estilo más sosegado per les resultó imposible y a mitad de concierto se había desatado su música. Sin duda su proyecto es rico en musicalidad, canciones con transmisión y una buena interpretación que nos dejaron muy satisfechos.
Seguimos pululando por todo el circuito con parada de nuevo en la Milwaukee y encontrarnos con el hombre orquesta, King Cayman o descubrir que la conjunción de los sentidos puede ser perfecta con la voz de Núria Graham junto a la coloridad de un atardecer en la Cristalera.
Finalizamos andadura con dos nuevos fenómenos: el ácido y reivindicativo estilo de Las Odio que reclaman mayor papel protagonista de las mujeres en la música así como la corriente del trap que en Pedro Ladroga tiene uno de sus máximos exponentes y con el que despedimos este Monkey Weekend.
FOTOGRAFÍAS: IRENE GARCÍA MEDINA