El trío Finde Fantasma ha conseguido con los adelantos del que será su primer trabajo, Intramuros, levantar gran expectación y convertirse en la aparición más lozana del indie nacional en mucho tiempo.
Los alicantinos consiguen aglutinar lo mejor de la música alternativa anglosajona con unas letras en castellano que oscilan entre la acidez y el desenfado, el drama y lo lúdico. Su pasión por el Jangle Pop de Alvvays o Beach Fossils, y del post punk de The National o Joy Division derivó en una serie de improvisaciones durante los ensayos que terminaron por cristalizar en las nueve canciones de su estreno de largo. Lo darán a conocer con varios conciertos que culminarán con su presentación en Madrid coincidiendo con el lanzamiento del disco. Antes, el 18 de febrero, estuvieron junto a Niña Polaca en la Fundación Mediterráneo de Alicante. Y el 9 de abril lo harán en La Yesería de Murcia.
El álbum, que se titulará Intramuros, ha sido producido, mezclado y masterizado por Carlos Hernández, productor de referencia del indie nacional (Carolina Durante, Los Planetas, Viva Suecia), en el mítico Estudio Uno de Madrid.
Según José Sánz (escritor millennial y estrella tuitera) “Finde Fantasma se articulan en dos coordenadas: la abscisa de tener algo que decir, y la ordenada de querer hacerlo siempre sonando de la mejor manera posible. Así, si se unen los instantes, las canciones, lo que queda es un disparo, casi un rayo. Porque Finde Fantasma son el grupo que Ana Soria quiere pasarle a Enrique Ponce para que no se sienta al margen con sus amigas, el grupo que Enrique Ponce quiere descubrirle a Ana Soria para legitimar su inner teen”.
Pablo del Val (voz y guitarra), Yoann Bouix (guitarra) y David G. Baraza (bajo) son Finde Fantasma, que en Intramuros han contado con la colaboración de Roberto Aracil (Leiva, Pereza) a la batería.
Un parque de bolas, una piscina en la que cualquiera corre peligro de caer, una fiesta nocturna con conga incluida, patos, muchos patos y un concierto en una casa de campo donde el grupo y su público se mezclan en una fiesta tan frenética como el ritmo de esta canción, que nos habla de manera desenfadada sobre sentirse descolocado en este mundo a veces incomprensible. Un himno divertido y alejado de postureos, para los tiempos extraños que nos ha tocado vivir.
Producido y dirigido por Javier Pitaluga y Carmen Ripoll para BAUS Audiovisual.