Sevilla, 1 de Octubre, Sala Malandar
Con la resaca musical de la noche anterior que nos dejaron U2 llegó el turno de cambiar de tercio. Pasamos de las multitudes, de los escenarios millonarios y los efectos especiales para volver a la intimidad de una sala y a la interacción banda-público más cercana posible.
Estábamos avisados. Ya no los advirtieron en la entrevista que ellos, "La Pulquería" aún podían ser más eléctricos y más auténticos que lo que muestran en los discos, que no es poco.
Y la banda sacó a relucir sus aptitudes sobre el escenario que partían fundamentalmente desde el buen rollo entre todos sus componentes. Sus ganas de divertirse y sus bromas fueron el mejor hilo conductor para transmitirnos la filosofía "pulquera" a ritmo de ska mejicanizado y argentinizado desde su sección de viento.
Con prácticamente toda la banda ejerciendo de "frontman" y alternando voces, los valencianos presentaron varios temas de su último disco, "Fast Cuisine" como "Este no es tu business", "cabeza hueka" o la monárquica "el gran chingón" mientras el público iba entrando en calor bailando y saltando, como la ocasión y la entrega de la banda merecía.
4 botellas de tequila derramadas sobre los gaznates de los presentes a ritmo de la BSO de Pulp Fiction o de una particular revisión del Johnny B Good más tarde el concierto de había vuelto incandescente. Rescantando temas como "Always" Ahora", la versión de "Calaveras y diablitos" de Los Fabulosos Cadillacs o "Gitano" la fiesta ya se daba por segura, la entrega era total y se hacía harto complicado disimular que estábamos encantados con el concierto que ofrecían.
Como suele pasar con las cosas buenas, el menú musical al llegar al final se nos antojó breve y las ganas de más tuvieron que conformarse con esos buenos recuerdos que nos llevamos, amén del olor a tequilla, como buenos pulqueros.