La cantante y compositora Vanessa da Mata, uno de los grandes talentos de la música brasileña, publica su tercer disco SIM
Se publica SIM, el tercer álbum de la cantante y compositora brasileña, uno de los grandes talentos de su generación en las dos facetas. Si la música brasileña es una exhuberancia de melodías, armonías y ritmos, las canciones de Vanessa da Mata andan sobradas de estas cualidades. Si además se buscan sonoridades diferentes, la producción une sencillez y sofisticación y al frente hay una artista de peso, el resultado es SIM, un disco excelente.
SIM es música brasileña, pero respira muchos otros aires que enriquecen un álbum ágil, fresco, variado, magníficamente tocado y con imaginación en los arreglos. Hay reggae (Vermelho, Absurdo, Ilegais) con una impresionante base rítmica formada ni más ni menos que por las leyendas Sly Dunbar (batería) y Robbie Shakespeare (bajo); aires de bossa con aportaciones sonoras diferentes (Fugiu com a novela); samba-funk (Baú); la colaboración magnífica de Ben Harper (Boa sorte/Good Luck); enormes casi-baladas (Amado, Meus Deus); ritmos de cumbia pasados por Jamaica (Pirraça); beat cercanos a la música disco (Você vai me destruir); inspiraciones en el trip-hop acústico (Quem irá nos proteger); puro Brasil (Quando um homem tem uma mangueira no quintal); canciones desnudas a voz y guitarra (Minha herença: una flor)… SIM es un álbum consistente, ideado por una artista sólida, experimentada, con mucha música detrás.
Vanessa da Mata nació en 1976 en la pequeña Alto Garças, en el estado de Mato Grosso, al este del Brasil. Cuando tenía 14 años, viajó 1.200 kilómetros para vivir en Uberlândia, en el estado de Minas Gerais y un año después ya estaba cantando en los bares de la zona. En 1992 volvió a cambiar de residencia mudándose a São Paulo, donde formó parte de la banda femenina de reggae Shalla-Ball. Tres años después giró con la gran banda jamaicana Black Uhuru y después se unió Mafué, un grupo brasileño de música folk. Para no aburrirse, jugaba al béisbol y trabajaba de modelo.
Su encuentro con Chico César en 1997 fue decisivo para su carrera. Juntos compusieron la canción A força que nunca seca, que fue grabada por Maria Bethânia en un álbum nominado para los Grammy y por Chico en su disco Mama Mundi. Bethânia también grabó la canción de Vanessa O canto de Dona Sinhá y Daniela Mercury hizo lo propio con Viagem. La música de Brasil, plagada de enormes compositores, descubría a otra gran autora. Tras colaborar en conciertos con Milton Nascimento, Maria Bethânia y Baden Powell, Vanessa da Mata estaba más que preparada para comenzar su carrera en solitario.
Su primer álbum (Vanessa da Mata, 2002) estaba producido por Liminha, Jaques Morelenbaum, Luiz Brasil, Dadi y Kassim y fue un éxito en Brasil. El segundo (Essa boneca tem manual, 2004), con Liminha de productor, alcanzó el disco de platino. Producido por Mario Caldato (Jack Johnson, Beastie Boys, Beck) y Kassim, SIM es su tercera y última entrega y se publica con todas las canciones firmadas por Vanessa da Mata. Una magnífica compositora que como cantante no se queda atrás y que el 1 de julio lanza en España su nuevo álbum. Brasileño y diferente. SIM, 13 canciones para disfrutar.