Provenientes de Málaga, Cádiz , Leeds (Inglaterra) y Barcelona son los componentes que conforman la afincada banda madrileña Duerme Simón. Banda formada por Virginia Montaño a la voz y teclados, Álvaro Molinillo a la guitarra, Uriel Morales a los sintetizadores y Josh Hannaby a la batería. Los orígenes más profundos del grupo comenzaron con Virginia y Álvaro dando conciertos en formato dúo, a los que más tarde se les uniría Daniel Doval a la batería bajo el nombre de Índigo para el grupo. No es hasta 2015 que a esta formación se les une Uriel como bajista, y ya entrado 2016, y tras abandonar Daniel Doval el proyecto, se unió al grupo Josh Hannaby para dar como resultado a lo que hoy conocemos como Duerme Simón. A mediados de 2016 y gracias a un crowdfunding bastante exitoso pudieron grabar su primer trabajo, del cual os hablaré un poquito aquí, Bendita Valentía. Disco grabado en Estudio Uno, bajo la producción de Txarlie Solano (Mäbu).
Encasillar en un estilo hoy en día a un grupo no es nada fácil, y por supuesto, este caso no iba a ser una excepción. Lejos de tópicos y de la sencillez se sitúa el estilo de Duerme Simón, ya que dentro del pop-rock más melódico anglosajón de finales de los 80 y principios de los 90, destaca en todo momento una música con entidad propia, visceral tanto letrística como musicalmente hablando y ante todo rompedora.
Para entender y exprimir al máximo Bendita Valentía hay que escuchar el disco en múltiples ocasiones porque cada canción es un micro-universo único en sí con sus propias leyes, sentimientos e historias que a su vez forma una parte vital del universo que es todo el disco. Cada canción con cada nueva escucha gana diversos y novedoso significados, lo que en una canción de primeras pudiere parecer un canto a la alegría, con las escuchas puedes llegar a verlo con otros ojos, lo que pareciere una historia alegre, no es más que un grito desesperado que ansía el cambio. Nos encontramos ante un disco cargado de sentimientos, que no temen aflorar y madurar al ser interiorizados.
Dentro de Bendita Valentía vamos a destacar cuatro temas. El primero de ellos es Vivir En Paz, canción que comienza con tintes electrónicos de los sintetizadores que se diluyen bajo una marea de guitarras eléctricas a lo largo de ésta. Cambio, rebeldía y pasión son los sentimientos que refleja su letra, la superación de buscar algo más allá provocada por la pasión a esa persona, que nos permitiría mover montañas en su nombre o incluso derrocar todas y cada una de las caídas que marcan un pasado difícil y abrupto a la par que único. Un intrínseco sentimiento irracional de fuerza interior que nos ayuda a continuar siempre de frente movidos por el amor.
Dentro de lo que podríamos denominar indie “decadente”, nos encontramos con Romper En Caso De Emergencia, es un grito de socorro, ver la decadencia en la que vivimos sumidos, las malas noticias en periódicos, televisión… el ser humano cada vez más animal, más deshumanizado, necesidad de un cambio provocado por el malestar generalizado y el tono grisáceo de la vida que pareciere sino “un domingo eterno en el sofá”. Ansias de descubrir nuevos sentimientos y de poder ver el mundo con nuevos ojos esperanzados, ya que la situación es crítica.
Con una perfecta estructura tenemos Invisibilidad, de la que se reflejan 3 estados, el primero, que al igual que el segundo, se repite dos veces, comienza creando el caos, muy bien representado por las guitarras, la batería y los sintetizados, a las que en su segunda aparición se le suma la voz, de manera estridente a la par que dulce, en el segundo estado, la canción evoluciona a ritmos mas suaves y evoca el sentimiento de dolor o daño que causa esta sociedad de manera visceral. En su parte final el tema cambia una relación de ritmos menos fuertes que evolucionan hasta el caos del principio pero esta vez con un sentimiento de libertad y olvido del dolor causado por todo lo vivido.
Colocando el broche final, y que mejor nombre para el tema, se sitúa Origen Y Fin. Canción clausura del disco, refleja el miedo al posible cambio causado por el temor de esa persona, siempre presente en su mente, que es a la vez principio y final de esta historia.
Es de aplaudir cuando uno da con un trabajo tan fino, bien hecho y cuidado por sus músicos como es este. Sin lugar a dudas un disco de 10, sin nada que temer a los grupos que hoy en día se encuentran llenando salas y liderando carteles de festivales, cosa que en no mucho tiempo, veremos hacer a Duerme Simón, no nos cabe duda alguna