Ambición sonora en 12 temas que desde una base más o menos entendida como de rock progresivo con arreglos del metal nos hace cuestionar y reflexionar sobre los convencionalismos en la música, que aquí, se saltan a la torera.
Los castellonenses Dry River dejan las versiones de Rock para escoger un camino que nada tiene ni de sencillo ni de inmediato consumo. Canciones largas en castellano y mezcla de estilos, sirva de ejemplo La mujer del espejo, donde los juegos vocales riñen con riffs intensos de guitarras y partes instrumentales de teclado fundamentalmente, por predominar en el tema.
La realidad es representada como un circo donde todos somos actores y las distintas emociones que nos van acompañando por nuestro camino por la vida son objeto de las letras de este El circo de la tierra que tanto nos ha sorprendido.
En ambientación a veces me recuerdan a Fábula aunque los distintos guiños y la forma de afrontar el disco en conjunto complica en gran medida etiquetas y comparaciones. Circos hay muchos pero este noes copia de ninguno.