Noveno disco de Doctor Divago donde, curiosamente, viajamos a lugares exóticos sin perder la cercanía con la que la banda suele abordar cada tema.
Los aires circenses de "Los amantes faquires" o la homónima del disco "la belleza muda de los secretos del mar" constituyen dos claros ejemplos de esa faceta exploradora del disco siempre reposada en buenas melodías y un constante zigzagueo entre el pop y el rock.
Pero no sólo eso. También hay lugar para el humor negro de "el asesino tocaba la armónica" o temas más introspectivos como "silencio" o "mis fallos (uno por uno)" para finalmente llegar a un estallido de locura con "la oficina de los ojos rojos" que posiblemente contenga las estrofas más inmediatas y espontáneas.
Pero si lo que realmente buscamos es el estribillo perfecto y reconocible, lo encontraremos en "Te conservo en miel" donde las estrofas se vuelven más poéticas y la melodía vuelve recurrentemente a ti incluso varias horas después.
Noveno disco, casi nada, y aún nos muestran que siguen quedando lugares y canciones por descubrir.