21/5/01 Antequera, Plaza de toros.

Se acercaba el reloj a las diez, hora oficial para que comenzara el concierto, y la noche comenzaba a caer en la plaza de toros de Antequera. No se pudo colgar el cartel de entradas agotadas pero pocos habían decidido perderse el concierto que los hermanos Muñoz estaban a punto de protagonizar. Su apellido era jaleado por el público a ritmo de “¡qué salgan los Muñoz!” y es que la espera se hacía ya insoportable para los más fanáticos de la banda que estuvieron haciendo cola en la plaza desde el mediodía para poder estar lo más cerca posible de sus ídolos.

Se apagaron las luces de ambiente, el concierto comenzaba a su hora, las pantallas comenzaban a encenderse y los músicos tocaban la introducción para ir calentando el ambiente. Por fin salieron David y Jose para deleite del público, empezaban el concierto dándole estopa con Cacho a Cacho símbolo de lo que nos esperaba. Para sorpresa de todos a mitad de ésta primera canción se cortó el sonido por completo mientras David seguía cantando mirando a su hermano Jose con cara de asombro. No fue cosa de un momento, no, pasaban ya más de treinta segundos y el sonido continuaba sin volver. Sin embargo, no pasaba nada porque el público que ya conoce sus canciones de sobra cantaba a viva voz el tema y cuando por fin volvió el sonido caso perfectamente con la música y no quedó en más que una curiosa anécdota que comentar con los amigos al final del concierto.

Las canciones se iban sucediendo haciendo un repaso por todos los grandes temas de la banda acompañados en todo momento por el público. Era el primer concierto que daban en la localidad de lo que se lamentaba David en una de sus intervenciones entre canción y canción. Se les notaba en esos momentos como estaban disfrutando de la noche haciendo bromas, riendo e improvisando en sus comentarios.

Hubo momentos para dedicarle canciones a sus amigos como “Luna Lunera” a la Mari de Chambao o “Run run” a Rosario. Fue en ésta última canción cuando sacaron en el público la clásica bandera negra pirata con sus tibias y calavera que apresuradamente pidió David desde el escenario para empuñarla al aire de Antequera cuando cantaba aquello de “saco mi bandera negra con la calavera que quiero llegar al cielo trepando por tus caderas” para enloquecimiento de los asistentes.

Recitó David el poema con el que ganó un premio a los catorce años dedicada al pueblo de sus padres Zarza Capilla en Badajoz con el dulce acompañamiento de la guitarra española. Llegó entonces el momento de sentarse un poco para tocar varios temas versionados al más puro estilo flamenco como fue la incombustible “Demonios” que no perdió ni por un momento toda la fuerza de la canción en su ritmo original. Quitaron las sillas y volvieron a levantar a todo el público en cuanto comenzaron a sonar las primeras notas de “El del medio de los Chicos”.

Después de innumerables temas el concierto llegaba a su fin sobre el papel tras una hora y cuarenta minutos.  En el primer bis pudieron escucharse canciones de sus maquetas como “El Yonki”. Como no hay uno sin dos llegó el segundo bis en el que entonaron “Bossanova” y, como hacen en todos sus conciertos desde que empezaran a tocar, acabaron con “Como Camarón”, llegando así a las dos horas de concierto.

Una noche inolvidable para todos los asistentes y de seguro que para Estopa también que hasta cambió la letra de “Tragicomedia” diciendo “si tengo que morirme que me muera en Antequera, para poder echar raíces y vivir siempre a tu vera”. Raíces echaron y esperemos que sigan vivitos, coleando y dando guerra por muchos años para seguir haciéndonos disfrutar con ésta gira muy recomendable para todos los públicos.

Fotos: Luis Alberto Jiménez Vara.