Cuando leí la noticia de la gira conjunta entre Dimmu Borgir y Amon Amarth me llevé una gran alegría, no podía faltar a la cita, y con gran ilusión me planté en Madrid para asistir al evento.
Mal empezó la cosa, al llegar a la cola de la sala me entero que Amon Amarth no tocan por no se que historia del autobús, así que con la resignación de quien ha recorrido 600 Km para asistir al concierto intento motivarme concienciándome de que voy a presenciar un buen evento.
En líneas generales tengo que reconocer que no me pareció un gran concierto, demasiadas canciones de su último disco, cuatro en total, supongo que el público más joven se deleitaría con estas canciones, pero la verdad es que añoro sus maravillosos Enthrone Darkness Triumphant y Spiritual Black Dimensions, donde practicaban un Black Metal elegante adornado con unos teclados penetrantes que encumbraban la música. Hoy en día, abusan de los artificiales arreglos orquestales que tan de moda se ponen entre los grupos que pierden la originalidad para componer.
Tras el intro inicial, abrieron con Progenies Of The Great Apocalypse, posiblemente la canción que ha abierto las puertas del grupo noruego al público general. Vresdesbyrd continuó premiando a los fans de su última etapa, y deprimiendo a los más tradicionales. Tres canciones de su ultimo disco The Serpentine Offering, The Chosen Legacy y The Sinister Awakening me llegaron a desesperar, pero afortunadamente la cosa cambió.
El sonido a órgano eclesiástico que inicia Grotesquery Conceiled (Within Measureless Magic) me alegró la noche, recordándome por qué me gustaba tanto este grupo, quizás se echó en falta a Astennu en la guitarra, ya que los solos de este disco son suyos, y no de Galder.
La maravilla melódica de A Succubus In Rapture fue colosal, una balada de Black Metal que sonó increíble. Fear And Wonder hizo de preludio para Blessings Upon The Throne Of Tyranny, visitando de esta forma su excelente disco Puritanical Euphoric Misanthropia, añorando mil veces al gran Nicholas Barker a la batería.
El clásico Spellbound (By The Devil) inició con ese teclado tan característico del Enthrone Darkness Triumphant.
Sorgens Kammer – Del II continuó con las canciones más clásicas del grupo, sucediéndole la joya transformada en canción The Insight And The Catharsis.
The Sacrilegious Scorn estropeó la buena racha de canciones, seguida por Puritania, canción que se puede definir como: “la que le gusta a todo el mundo”, a mi parecer sustituible por otras canciones mas serias como Kings Of The Carnival Creation o IndoctriNation de ese mismo álbum.
Existe una forma de hacer olvidar todo lo malo, invitando a cerrar los ojos y dejarte llevar por la majestuosidad de Mourning Palace.
Por supuesto que faltaron canciones, tres de mis preferidas, habituales antaño, se echaron en falta: Tormentor Of Christian Souls, Entrance o Master Of Disharmony me habrían satisfecho.
Nuevamente agradezco a mis acompañantes su presencia, Cesar y Luna, porque la distancia no es impedimento para la amistad. Y un gran beso para Lidia.