23/4/10 Der Fliegende Hollander, Sevilla.
Nos acercamos al Holandés Errante (Der Fliegende Holländer) para el concierto de los sevillanos Ebola Death Project, los también sevillanos Caged y los granadinos Demiurgo.
Ya hemos hecho alguna crónica sobre eventos celebrados en esta acogedora sala donde se hace un gran apoyo a la música actual en muchas de sus vertientes, desde el Hip-Hop o el Reggae hasta los sonidos más extremos del Metal. Un lugar donde echar un buen rato escuchando música y tomándose una copa a precios populares. Podéis visitar su myspace para enteraros de sus próximos conciertos: http://www.myspace.com/dfhollander
Pero bien, comencemos con lo que es la crónica en sí.
Visital la Galeria de fotos del concierto: http://www.facebook.com/album.php?aid=173874&id=262493003786&ref=mf
Los primeros en hacer acto de presencia sobre las tablas fueron Ebola Death Project (E.D.P.). Un grupo formado hace unos cuatro años que, tras afianzar su formación hará un par de ellos, están intentando hacerse un hueco en el mundo musical a base de un Death Metal bastante accesible, mezclado con Hardcore y toques de Metal contemporáneo y unos registros vocales que alternan lo gutural y las voces claras.
Pues bien, esto es lo que nos ofrecieron en el concierto que tratamos. Desde la primera canción (“Holograma”) el recinto se fue impregnando del sonido grave de estos muchachos y de una voz que comenzó algo más gutural.
Los siguientes cortes se mantuvieron en la misma tesitura, como las siguientes “13” o “Cacería humana”, por ejemplo.
La voz de Fer iba alternando registros más limpios y los cambios de ritmo daban paso a melodías que dejaban más regusto a Nu-Metal, aunque siempre en el espectro más duro.
Partes más rítmicas se combinaban con otras de mayor crudeza, muy potenciadas por las graves guitarras de Ángel y Satanoyewith. En este recinto cerrado la verdad es que se escuchaba atronador, aunque con buena acústica.
“Espectral” fue otro de los cortes que cayeron en su set-list, del que seguramente se escogerán bastantes de los temas para su inminente EP.
Así llegamos a “Qué piensas”, donde el ritmo pareció aminorar ligeramente. Los ritmos marcados por la batería de David y el bajo de Wally sonaban bastante bien y acercaban el Death a géneros más actuales. Aquí se contemplaban partes donde las guitarras se hacían más claras, justo antes de cambiar en las estrofas mucho más brutas.
Pasaba el tiempo y la banda iba dando fin a la actuación, entonando “Supernova”. Un tema que mantenía los modos que habían marcado el show de esto sevillanos. O algo más duro, quizás sonó. Pero acabaron por enganchar con la, ahora sí, última de su repertorio: “Tu elección”. Fer sonó con voz más limpia y de textura más Core. La batería y el bajo sonaron con mucha fuerza y muy marcados y los riffs de las guitarras fueron de los más reseñables, con cambios de ritmo muy logrados.
Así, con un final muy intenso (como debe ser) apuntillaron su actuación, para dar motivos a los asistentes a volver a verlos en la próxima oportunidad.
Y tras unos instantes de asueto, llegaron Caged.
La banda la compone Peter en la guitarra, Dani al bajo, Aarón como batería y Albert a las voces. Y su estilo se enmarca en un Metalcore con influencias que van desde Deftones a S.O.A.D., Limp Bizkit o Korn y, sobre todo, R.A.T.M.
Y así dieron comienzo con el espectáculo, empleando ese estilo de las melodías reiterativas en el primer par de cortes. La siguiente canción se me antojó más original en su concepción, con sonidos más profundos y un compás más lento, acercándose al medio tiempo. Aparecían cambios de ritmo continuos y algunos riffs muy inspirados, apoyados por el bajo y la batería. Sonó muy bien por la fuerza que transmitían.
La voz de Albert era algo estridente y, según los temas, daba un buen resultado en mayor o menos medida.
Prosiguió el concierto con un tema donde la voz y la instrumentación caminaban a contratiempo. Seguían dándose las guitarras graves y una batería fuerte y marcada. Algunos giros en el corte dejaban aparecer unas guitarras muy limpias.
No obstante, los continuos cambios de ritmo daban con tramos muy marcadamente diferenciados, creando cierta sensación de inconexión. Aun así, algunas estrofas resultaban muy inspiradas.
Continuaba el show con algo más de melodía en el siguiente corte. Y con un sonido muy próximo a los R.A.T.M., donde la guitarra muy distorsionada de Peter se inspiraba profundamente en la de Tom Morello. El bajo de Dani también hacía de las suyas.
Los dos últimos cortes resultaron muy próximos en el estilo y en las formas. También contenían una dedicatoria (cada una de ellas) a “un autoritario” y a “un dictador”.
Y, como digo, fueron los últimos antes del final. La parte más apoteósica del show a base de un medley donde combinaron las canciones más celebradas de la banda de Zack de la Rocha.
Algunos de los temas que fueron repasados de su propio repertorio fueron “Analyze Yourself”, “Totalitarianism”, “Bury Me, Bury You”, “End Of The World” o la última (previa al medley) “Mr. Aids”.
Y con ello dieron por finalizada la actuación, agradeciendo la presencia del público (un tanto exiguo me temo) y dejando la tarima por entero a disposición de los granadinos Demiurgo.
Así llegó el tiempo de estos chavales que, personalmente, me han causado siempre muy buena impresión cuando los he viso en directo. Y creo que no soy el único que considera a Demiurgo como una buena banda, considerando la creciente popularidad que parecen estar alcanzando tocando por todo el país.
Demiurgo subieron al escenario; cinco tipos con una enorme pasión musical y que la transmiten cuando se ponen a tocar en directo. Así sonaron en esta noche: graves y contundentes, con un sonido capaz de enganchar y hacer disfrutar de la música que destilan.
El inicio contundente lo propuso “Crecimiento”, con unos ritmos muy marcados y muuuy fuertes. Y mucho Groove, como en los temas más densos de Pantera, pero pasados de vueltas. Ahí es nada.
Ya desde el comienzo se arrancaron con el headbanging sobre el escenario y no lo dejaron en toda la actuación. En particular el bajista Juanra.
Y antes de arrancar con la siguiente canción, Sergio comenta que “acaban de empezar y ya se han cargao algo”. Bueno, un rápido cambio de cables y al ataque con “Levitación”. Este, como el anterior, son cortes pertenecientes a su último disco (el segundo, aparte de su maqueta) “Los ancianos del Zohar”, editado en año pasado. Un disco, por cierto, muy a tener en cuenta y que proporcionó dos tercios del setlist de esta noche.
Parece un comienzo más tranquilo, con la instrumentación manteniendo la tensión a base de un ritmo más profundo. Una melodía muy atractiva desde las guitarras de Enrique y Fran da mucho valor a este corte.
Así llegó la siguiente “Luz”, con un arranque de guitarras “muy divertido”, por no decir casi infantil. Bueno, no era más que una preparación previa porque luego el tema se embrutecía como el primero. De hecho “Luz” se aproximaba a lo que sonó con “Crecimiento”, aunque con un compás más entrecortado y potenciada por la voz de Sergio. El corte también contenía una especie de outro, aunque colocada en mitad del tema a modo de solo y que parecía que la cosa iba a relajarse. No hace falta que diga que no era más que un espejismo, porque la tralla no tardó en volver a aparecer. En esta y en la siguiente “Prisión onírica”.
Enrique y Fran seguían rasgando guitarras pesadas y Juanra estampando su estilo con el bajo y David marcando ritmos graves con la batería y Sergio repasando la lírica de los temas. Es decir, cada uno a lo suyo y todos a la vez para llegar a que las canciones como esta “Prisión onírica” apareciera brutal y, si cabe, más directa y cruda que las previas. Y creo que con unas guitarras con más peso a base de un riff más redundante.
Y para “Ingravidez” nos dieron una ración extra de Groove. Y es que el ritmo sumamente marcado por Juanra y David, junto a una cadencia decelerada y los constantes giros que hacían destacar la melodía, daba mucha intensidad al sonido. Y la habitual voz gutural pasaba a una textura menos áspera para esta ocasión.
Por cierto, que Sergio y Juanra no dejaron de “pelearse” en lo que duró el show por un palmo de terreno en el centro del escenario. En fin, supongo que son los problemas de un entarimado tan pequeño para unos tíos que no paraban de agitarse.
“Razón de más” para continuar. Similar al estilo que habían llevado toda la noche y que muchos asocian a Tool, por cierto. Quizás sea verdad, pero no deja de ser menos cierto que esta banda sabe hacer y tocar buena música en disco y más aún en directo (se verdadero medio). Con temas que resultan temazos y con una fuerza arrolladora en vivo. El estilo se les podría definir como Nu-Metal, pero la verdad es que la etiqueta se les queda pequeña. Ellos llegan más allá.
Batería contundente, melodía atractiva en las guitarras y alguna paranoia musical de vez en cuando es lo que nos dieron en canciones como esta “Razón de más” o la siguiente “Murmullo”.
Y luego, “Ente”. Con un largo y pesado inicio que daba pie a un corte algo menos fuerte que las anteriores, aunque con los mismos ingredientes.
El final estaba próximo y llegó con “Equilibrio”. Fue un tema con seis músicos, pues un invitado secundó a Sergio a las voces. Unas voces que, precisamente, sonaron más limpias que lo que se oyó antes. Y en cuanto a la música, pues más de lo mismo, en el buen sentido del término: intensidad, crudeza, fuerza y mucha música, que es lo que queríamos el público allí reunido.
Música que no te deja un momento de respiro, o casi. Porque entre un tema y otro, Sergio se marcaba algunos comentarios en plan jocoso. Que las bromas gustaran o no, eso allá el humor de cada uno.
Y, como ya me había pasado en los conciertos previos, Demiurgo me volvieron a convencer con un espectáculo a base de los ingredientes que he mencionado durante la crónica. Todo un seguro para pasarlo bien.
Seguiremos atentos a ellos.
Fotografías: Alberto Ferraris Ravé