Desde que hace unos años un colega me dijo: “Eh, tío, escucha a un grupo que se llama Dark Fortress. Son la hostia.”, la verdad es que al grupo del señor V. Santura lo tengo en alta estima. Y creo que esto no es algo exclusivo por mi parte, sino que parece que la formación bávara (de Landshut) se ha convertido en una de las bandas de prestigio del Black Metal europeo actual.
Pues el caso es que “Ylem” es su propuesta para el 2.010 (la sexta en total) y resulta una vuelta de tuerca más en su sonido. Y una vuelta un poco más apretada que en anteriores entregas. Esto lo digo porque parece que el estilo ha sufrido una evolución más o menos notable desde el “Eidolon” de 2.008. Ahora sí, que no se preocupe nadie, que Dark Fortress siguen haciendo puro y duro Black Metal.
Lo que ocurre es que este Black puede mezclarse son Death, Doom, sonidos muy ambientales, rápidos riffs de guitarra… Partes agresivamente blackers combinadas con medios tiempos de esencia muy atmosférica. Incluso las voces fluctúan entre lo gutural y lo grave y nos sorprenden con algunos retazos limpios.
Que estas variaciones respecto a lo que les hemos conocido anteriormente sean un aporte positivo para el sonido del álbum es algo que puede decidir cada cual. En mi opinión no creo que mejore lo que ya nos dieron en “Tales From Eternal Dusk” o en “Profane Genocidal Creations”, por supuesto, pero se agradece todo el buen propósito puesto en esta evolución. También se ve innovación en las melodías y algunas de ellas les han quedado francamente bien.
Lo que sí es predominante en todo el álbum y de lo que no se puede escapar en toda la escucha es el aspecto oscuro y ambiental de la música. La voz, por cierto, le pega muy bien; entre lo gutural y lo grave, conecta perfectamente con la esencia de la música.
En cuanto a la formación, mantienen el line-up de “Eidolon”. Esto es, Morean a las voces, Asvargyr y V.Santura en las guitarras, Draug al bajo, Paymon en los teclados y la batería para Seraph. Y todos ellos dando el mismo nivel al que nos han acostumbrado, pese a la variación que han registrado en sus formas para este “Ylem”. Quiero mencionar el trabajo de Paymon con unos teclados que cautivan y envuelven en esas atmósferas sombrías a las que hacíamos mención. Y, por supuesto, también a V. Santura, que compagina sus labores en esta banda con las pertinentes en los nuevos Triptykon (banda que acaba de debutar en el mercado discográfico con “Eparistera Daimones”, contando con el insigne T.G. Warrior en sus líneas).
En cuanto a los temas, comienza con el homónimo “Ylem” y un arranque fulgurante que va dando paso a partes de aspecto más ambiental y de melodía envolvente. Las guitarras trepidantes y profundas son muy efectivas para que resulte un corte agresivo y tenebroso. Un temazo.
Luego, “As The World Keels Over” con un comienzo muy Heavy de casi 2 minutos. Un medio tiempo muy grave donde prima el espíritu oscuro y denso y donde las guitarras evolucionan del Black a la melodía. Lo peor: una batería muy poco acertada hacia la mitad del corte.
Continúan apareciendo riffs y se apoyan en una (ahora sí) estupenda percusión. Los arreglos muy acertados y una buena composición, los cambios de ritmo que acaban otorgando el protagonismo a la voz o unas guitarras muy bien explotadas hacen de “Osiris” otro tema a destacar. Magistral mezcla de Black, melodía y agresividad y una voz bastante clara para lo que es este estilo. Además, hay que destacar el solo.
“Silence” es un track más crudo y genuinamente Black. Más clásico, de blast-beat y música reiterativa. No obstante, continúan los cambios de ritmo.
Más medios tiempos a base de generosas guitarras con matices musicales. Muy épica en la voz y de cierto halo Doom es “Evanfall”.
La siguiente “Redivider” vuelve al Black de guitarras rápidas y ritmo repetitivo, con un toque Ambient. La batería hace predominar un compás a contratiempo y algo entrecortado que continúa hasta el blast-beat. Todo ello, aderezado por una voz muy gutural.
“Satan Bled” alterna cadencias rápidas y ritmos pesados, buenos teclados y un solo de guitarras muy currado por lo veloz y afilado (aunque corto).
Otro medio tiempo profundo que se acelera hasta un Death-Black con voz grave más que gutural. Las guitarras son muy interesantes y se marcan un punteo muy Death. “Hirudineans” es una canción muy bruta y, sin embargo, con cierta melodía.
A continuación, “Nemesis”. Con ella, más batería machacona y más brutalidad, cambios de ritmo y un compás muy contundente, amén de partes sólo con guitarras muy blackers.
Otro medio tiempo de esencia atmosférica y de comienzo parsimonioso, con voz desquiciante que torna a lo gutural. Eso nos ofrece “The Valley”. Hay cambios de ritmo, pero acaban por retornar siempre a lo mismo. También contiene un solo que inspira las mismas sensaciones que el resto del tema.
Para terminar, “Wraith”. Un corte tranquilo y con voz clara, de teclados muy orquestales y un solo muy Heavy. La música navega entre el Black y el Doom, con melodías.
Y, como curiosidad, incluyen un bonus track que consiste en “Sycamore Trees”, un tema de Angelo Badalamenti que aparecía en la B.S.O. de la serie Twin Peaks.