El concierto empezó a las 22:00, puntual, con una introducción instrumental que dio paso a temas como Turistas heridos, Para destriparme, Las cenizas del verano o Esos niños. Con un directo enérgico y pontente, Cyan no dejan a nadie indiferente y se ganaron al público madrileño desde los primeros acordes. Fue un concierto muy variado, en el que sonaron canciones para todos los gustos. Desde las versiones de Salitre, de Quique González, o La leyenda del tiempo, de Camarón, ambas muy conseguidas, sobre todo la segunda; hasta Calma, casi un clásico del grupo, podríamos decir. Pasando por las canciones más rockeras de su segundo disco y, también, las más íntimas. Si tuviera que destacar alguna, sería En mi nave, una favorita personal, aunque tal vez no esté siendo muy objetiva.

Tras un breve descanso, Congelados por la estela dio comienzo el último bis del concierto. Javi apareció en el escenario pidiendo al público que nos sentáramos y guardáramos silencio, para interpretar este tema en una versión acústica y sin micrófono, en mitad de la sala, entre el público. Uno de los momentos más íntimos y emotivos del concierto. Que viva ese ruido y Mecanismos nocivos daban fin a un concierto que, aunque no fue especialmente corto, sin duda nos dejó a todos con ganas de más.

Hace poco más de un año, Cyan publicaron su segundo disco, Historias para no romperse, y, desde entonces, no han parado. Una gira que les ha llevado por varios festivales y escenarios de todo el país. Además de haber sacado tiempo para grabar un EP, Que viva ese ruido. Y, ahora, con su tercer disco en el horno. Con ellos estuvimos en su último concierto en Madrid y tuvimos la oportunidad de hablar con Javi Fernández, vocalista del grupo.

Para la gente que no os conozca… ¿Quiénes son Cyan? ¿Cómo surge la idea de formar un grupo?

Pues Cyan somos un grupo que está presentando su segundo disco ahora, Historias para no romperse. Tenemos otro disco a las espaldas también, homónimo, que se llama Cyan. Y somos un grupo de amigos que veníamos de otros proyectos; teníamos otros proyectos musicales, tocábamos en otros grupos y no acabábamos de estar contentos con lo que hacíamos. Y, bueno, nos conocimos, empezamos a hacer canciones juntos y vimos que estábamos más contentos con el proyecto que estaba surgiendo en común, así que tiramos para delante. Ahora con este segundo disco llevamos casi un año y pico girando; hemos parado algunas veces para hacer un EP o para hacer cosas, pero básicamente llevamos tocando desde que sacamos el disco. Esos somos nosotros.

¿Por qué escogisteis ese nombre?

El nombre es un color. Es un color de la cuatricromía: cian, magenta, amarillo y negro. Que nos gustaba como sonaba y, bueno, nos parecía que de alguna manera también iba ligado a la música que hacemos.

Habéis anunciado en las redes sociales que, después de estos últimos conciertos, os encerráis a componer vuestro próximo disco; ¿tenéis ya alguna idea de por dónde va a ir? ¿O partís de cero y es algo que va surgiendo?

Tenemos bastantes ideas. Pero ideas en el sentido de que tenemos semillas de canciones que hemos trabajado, que tenemos estrofas y estribillos sueltos, tenemos incluso alguna canción con bastante forma… Pero, realmente, hasta que no acabemos de grabarlo, no sabremos qué forma tendrá. Pero, sí, estamos trabajando ya en el disco.

¿Tenéis algún plazo determinado, alguna idea de cuándo queréis que esté preparado? ¿O vais con calma?

Sí, vamos con calma, pero la idea es tenerlo antes de que acabe el año.

¿Cómo hacéis a la hora de componer una canción? ¿Se tarda mucho, poco…? ¿De qué os ocupáis cada uno?

Bueno, depende de la canción. Cada canción es como una historia, ¿no? Hay canciones que han salido en una tarde, en un viernes, ensayando; o hay otras que ha salido una vez la canción, no la hemos visto clara, la hemos aparcado, hemos vuelto al cabo de meses hacia esa canción, la hemos dado cuatro vueltas más y, de golpe, ha salido algo que nos gustaba… Por ejemplo, Las cenizas del verano fue así; una canción que casi no iba a estar en el disco y, al final, dando vueltas y vueltas y vueltas, pues surgió una canción que nos gustaba.

Y, depende, para componerlas… A veces alguien trae una idea, trae Jordi una guitarra o unas historias que se ha grabado en casa, y encima nos montamos en el local; traigo yo unas estrofas cantadas que me he hecho en casa con una guitarra o con un piano… Cada canción tiene su historia detrás de composición.

¿Cómo crees que sonáis mejor: en directo o en el estudio?

En directo. Bueno… Si no mejor, definitivamente diferente. Mucho más enérgico es quizá lo que hacemos en directo.

Me pareció muy original la idea de los paquetes escondidos por Madrid con invitaciones para el concierto en Moby Dick, ¿cómo se os ocurrió?

Pues teníamos ganas de hacer algo especial para este concierto y creo que fue, no sé si Gorka, que le gustan los Red Hot Chili Peppers y había visto que Flea, el bajista, estaba escondiendo en no sé qué ciudad, pues debajo de papeleras de la ciudad, entradas, y lo twitteaba. Claro, ellos tienen a mucha más gente detrás; lo twitteaba una hora antes y la gente loca y lo acababan encontrando. Entonces, bueno, le dimos cuatro vueltas a eso y dijimos: oye, pues, ¿qué manera mejor de dar algo a la gente que hacerles participar en esto?

¿Habéis hecho cosas similares en otros conciertos o pensáis volver a hacerlas?

Hombre, para otros conciertos seguro que haremos cosas… Sí, similares o así una cosa diferente para compartir con la gente canciones o material nuestro, sí, seguro.

¿Cómo elegís el repertorio de los conciertos? ¿Depende del día o del tipo de concierto (si es un festival, una sala…)?

Depende mucho del concierto; porque si es un concierto nuestro, nuestro ponemos un setlist, y, si vamos a tocar en un festival, a lo mejor usamos otro setlist que sea como mucho más directo, más de adrenalina. Depende del concierto, sobre todo, yo creo.

¿Hay alguna canción que no pueda faltar?

Últimamente, Que viva ese ruido.

Habéis tocado en salas, en recintos pequeños, pero también habéis tocado en otros recintos más grandes (en festivales, con Amaral, etc)… ¿Qué os gusta más? ¿Preferís la cercanía con el público o ver un pabellón lleno de gente disfrutando con vuestra música?

Hombre, todo tiene su punto. Es decir, a veces, tocar en una sala más o menos pequeña y sentir a la gente te permite, de alguna manera, ver mejor qué reacciones tiene la gente con tus canciones. Y lo de sitios grandes, palacios de deportes y cosas de estas que hemos hecho alguna vez en festivales o abriendo algunos conciertos para Amaral, pues también tiene su punto. Es otra sensación completamente distinta; te sueles oír mucho peor pero la masa de gente, según cómo esté, es interesante también ver cómo responde a tus canciones.

¿Qué tal esa experiencia de tocar con Amaral?

Muy bien, muy bien. Realmente, ellos son majísimos, han tenido un trato excelente con nosotros. El público que tienen nos gusta mucho, porque es un público que va ahí a escuchar música y no tiene demasiados prejuicios. Es de decir: oye, esta canción me mueve, esta música me mueve, pues las escucho y vengo aquí a un concierto. Y ha sido una oportunidad para nosotros de tocar delante de tanta gente.

¿Algún otro grupo con el que os gustaría compartir escenario?

Con muchos, realmente. Nos gusta un montón de música. Pues, no sé, a lo mejor… Es que esta pregunta siempre cuesta porque, claro, una cosa es con quién te gustaría tocar y otra quién te gusta la música que hacen. Pero creo que, en el fondo, también va ligado. Pues desde los mexicanos Zoé, hacer algún bolo con Love of Lesbian, que ya hemos hecho alguno y es divertido, con Vetusta Morla, con Supersubmarina hicimos uno al principio de la gira pero alguno así como más íntimo también nos gustaría… Con bandas de fuera, aunque no tengamos mucho que ver, por ejemplo, con los Foo Fighters, pues también, sí.

¿Vivís de la música o tenéis alguna otra profesión? ¿A qué os dedicais/dedicabais?

No, tenemos todos otras profesiones y trabajos. Por ejemplo, pues los dos guitarras trabajan en un estudio, en Barcelona, de grabación y graban a bandas de todo tipo: metal extremo, rock, pop, jazz… Bueno, todos tenemos que ir haciendo trabajos para poder seguir en gira, tocando y, de alguna manera, encima trabajos que te permitan cierta flexibilidad. Si no, es complicado; hay que hacer malabarismos con los trabajos para poder seguir tocando.

¿Es difícil hacerse un hueco en este mundillo?

Pues supongo que sí, no te lo puedo decir porque creo que estamos haciéndonoslo. No sé si tenemos un hueco pero, poco a poco, vamos haciéndolo. Y, sí, creo que es muy difícil el camino, mucho más de lo que parece desde fuera. Hay muchas horas de carretera, mucho esfuerzo, muchas horas de composición, muchas horas de local… La recompensa, hasta ahora, para nosotros es el placer de tocar y de compartir nuestra música con la gente.

Bueno, en parte ya con eso se contesta a la siguiente… ¿Qué es lo que os motiva a seguir adelante con ello?

Pues que nos gusta lo que hacemos. Nos gusta hacer música. Necesitamos hacer música. Estamos super ilusionados con lo que va a ser el siguiente disco, en pensar por dónde vamos a tirar porque, claro, tienes tantas posibilidades, tantas cosas que puedes hacer, el abanicos es tan amplio, que es lo divertido o lo que nos llena de hacer música. Y después compartirla con la gente, también. Tocar en directo es una sensación que nos gusta mucho.

Y, para terminar, como curiosidad, si tuvieses que elegir una de vuestras canciones como favorita…
¿Favorita mía? Te diría por épocas… A mí, ahora, me gusta mucho Congelados por la estela; es una que hemos metido al final del disco que es como más íntima. Pero, a lo mejor, la semana que viene te digo Que viva ese ruido u otra.

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