Por fin iba a poder ver al grupo que sin duda acabó en boca de todos, como revelación del pasado Azkena, en el lugar que ansiaba, en una sala pequeña. Dirty York es uno de sus grupos que rezuma sudor y rock and roll, allá por donde pisan. Fue todo un privilegio, ver a estos señores a pie de escenario, puesto que si el boca a boca funciona como debería en poco tiempo estarán llenando grandes salas.
Sin teloneros que les animasen el cotarro pisaron el acelerador desde el inicio del show. No bajaron el ritmo ni un solo instante y eso que se marcaron una actuación de casi dos horas.Los temas elegidos para comenzar inmejorablemente escogidos, pues “Tied Up” y “Spin The Miracle Dice”, son dos auténticos pepinazos de rock sucio stoniano , ideales para abrir boca. Además de tocar casi integramente sus dos discos Waiting On St. George y Say Goodbye to Diamonds , nos regalaron los oídos con algunos de los temas que formarán parte de su próxima trabajo , posiblemente listo para septiembre o finales de agosto . La voz del carismático Shaun Brown en el melódico temazo soul “Sweet Sensation” es simplemente maravillosa.Tras esta delicia decidieron que era momento de hacernos mover los pies. “Born with a Broken Heart«, «Deep Water» y «Stop the Rumours» son verdaderos cañonazos de rock de carretera , para disfrutar con un whisky en la mano. Estos chicos son capaces de hacer maravillas con todos los estilos musicales y así lo demostraron con el magnético blues de “Can´t Scare the Devil in Me«, y los maravillosos tintes gospel de «All My Friends Look Like Jesús”.
En definitiva una noche mágica para todos los amantes del rock and roll, a pie de escenario, que pudimos disfrutar el centenar de privilegiados que abarrotamos la sala Bôite , aquella noche.
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