De manera puntual, a las 21.30, aparecían en el escenario de la Sala Malandar Alejandro Pelayo -portando un estiloso sombrero- y la bellísima Leonor Watling. Marlango se encontraba en el escenario, la actuación iba a comenzar.
El concierto de Sevilla no era un concierto más dentro de su gira, era el último concierto de Marlango en el presente año 2.013, y como tal debía ser una fiesta, y así fue, los integrantes de la banda se mostraban enérgicos y cercanos con los presentes, Alejandro Pelayo introducía los temas “con arte” hablándole al público de forma directa, dando muestras de sentirse cómodo actuando frente al Guadalquivir y Leonor no paraba de deleitarnos con sus sonrisas, su naturalidad y su simpatía.
Desde un principio podía observarse la buena sintonía existente entre Marlango y el público concentrado en la Sala Malandar, entregado a cada nota tocada por Alejandro Pelayo y a cada palabra entonada por Leonor.
El repertorio, perfectamente escogido para la ocasión, reunió a los grandes clásicos de la banda (“It’s all right”, “pequeño vals”, “maybe”…) con algunas versiones magistralmente interpretadas (“vete”, “semilla negra”..) y por supuesto, con temas del último disco de la banda, “un día extraordinario” (“Dame la razón”, “si yo fuera otra” o “exquisita”) coincidiendo la interpretación de estos últimos con algunos de los momentos más vibrantes del concierto, lo cual sirve para demostrar la buena acogida que ha tenido este disco entre los fans de Marlango.
La noche estaba siendo perfecta en la Sala Malandar, ninguno de los presentes recordaba el mal tiempo presente en las calles de la capital andaluza y la única lluvia existente en aquel momento era la lluvia de piropos dirigidos hacia Leonor.
Con el paso de los minutos el final de esta gran actuación se iba acercando, y tras un breve descanso, justo y merecido, comenzó el primer y único bis que nos regalaban, el cual, al igual que el resto del concierto, fue brillante y lleno de energía.
El concierto llego a su fin con una interpretación estelar de “shake the moon” en la que Leonor demostró una espectacular voz desgarradora que servía para concluir, posiblemente de la mejor manera, “UN DÍA EXTRAORDINARIO”.
Concluido el concierto los componentes de la banda, dando aun mas muestras de su cercanía con el público, se fotografiaron y atendieron a los aun presentes en la sala, lo cual es un gesto digno de agradecimiento.
Este último concierto de Marlango en 2.013, que podría definirse como exquisito -al igual que uno de los temas de su último disco- dejo satisfecho a todos los presentes y demostró la calidad de sus componentes; Alejandro Pelayo, un músico sensacional y Leonor Watling, quien encandiló a todos con su voz, e hizo que más de uno nos preguntáramos si hay algo que no se le dé bien a esta polifacética mujer, quien además de cantante es compositora, actriz, madre…
Tan solo decir; Marlango, vuelvan pronto.