La gira "The Sign Of Hell 2.011" da a su fin tras varias semanas de intenso recorrido a lo largo y ancho de Europa con varias decenas de shows y la puesta de largo en vivo de los dos último trabajos de sendas bandas de renombre en el panorama del Metal Extremo.
Gorgoroth y Vader (o Vader y Gorgoroth, tanto da) no comparten estilo musical pero se aúnan en su "cruzada" anticristiana a base de música brutal y voces desgarradoras.
Asimismo se hacen acompañar por un par de grupos más que, más allá de tan sólo amenizar la espera hasta los cabezas de serie, también contribuyeron con sus buenas dosis de Thrash y, sobre todo, Death Metal.
Los primeros en subirse al escenario (a eso de las 8 y media) fueron los brasileños Amassado. Con una propuesta particular en lo visual, presentándose sus componentes con pasamontañas, pañuelos sobre el rostro o, caso del cantante, una máscara como de cerdo o algo así. Y sí, a mí también se me vino a la mente "ese" grupo que estáis pensando.
En lo musical también encontré algunas particularidades ya que, de hecho, eran dos los vocalistas. Aunque el segundo compaginaba sus labores con una mesa de mezclas desde donde brotaban samplers que apoyaban los temas con sonidos propios del género y, muchos de ellos, de ambiente tribal.
El estilo lo encontré empapado de los Fear Factory de Dino Cazares y también de "esos" Brujería, claro. Eso sí, de la época del "Brujerizmo", no nos vayamos a pasar. También se me hacía imposible no compararlos por momentos con sus paisanos Sepultura, como era lógico por otro lado.
Todo ello hacía que no me resultase un concierto especialmente innovador en cuanto a la música, pero sí que estuvo muy entretenido. Incluso con un escaso público aún congregado en el interior de la sala (creo que había otros tantos fuera, aún fumando y bebiendo). La verdad es que yo tampoco pude verles más allá de 4 temas porque tenía cita para entrevistar a Pest, vocalista de Gorgoroth. Pest (aún sin maquillar, por lo que quizás podríamos llamarlo Tomas) se ofreció muy generosamente y nos respondió a un buen puñado de preguntas en una entrevista que pronto podréis leer aquí.
Volviendo a Amassado, el caso es que lo último que les oí fue una cover de Brujería: "La ley del plomo". No estuvo nada mal. Todo un tributo a Juan Brujo y los suyos.
Cuando reentré en la Rock City arrancaba el tiempo de Adimiron. Un cuarteto italiano que llenó el ambiente de un Death Metal con toques Progressive y bastante Groove.
Curiosamente y pese a lo áspero de su música, creaban un sonido limpio entre ritmos muy marcados. Los temas eran bastante largos para lo que es el estilo. Así había tiempo para múltiples cambios de ritmo en temas como “The Whisperer”. También hubo alguna que flojeó un poco más, como “Vertical Limit”, pero otras como “The Red Condition” compensaban y resultaron un pelotazo.
La voz de Andrea Spinelli, agresiva, desgarradora… Death, vamos. Como debe ser.
En cuanto a influencias creo que se notaba bastante la fuentes de Morbid Angel, muy marcadas en la propia “The Whisperer” o “To Whom It May Concern”, aunque esta última se hacía un poco pesada hacia el final.
Para terminar, “Servant’s Poem” se me antojó ligeramente más melódica que las previas y contó con un gran trabajo de Federico Maragoni a la batería.
Hubo un tema de remate que mantuvo la tónica general del concierto y que, sinceramente, no sé cuál fue.
A continuación las banderolas que escoltaban a la banda en el escenario, con el logo de Adimiron, se retiraron y, con ellas, el resto del set. El equipo sobre la tarima se cambió y, tras un rato de probar sonido, le tocó el turno a Vader.
He tenido la oportunidad de ver a los polacos varias veces. Incluso de entrevistar a Peter junto a mi compañero Alberto Ferraris y tengo que decir que esta quizás haya sido la mejor de las actuaciones vividas. No sé, quizás el ambiente contagiado público-banda o cualquier otra cosa, pero creo que todos pasamos un buen rato con su música en vivo.
"The Morbid Reich" es el último disco de Vader, editado este año y continuando en el nivel general del buen Death Metal facturado por la banda a lo largo de los varios lustros que lleva funcionando. El concierto, de hecho, arrancó con "Ultima Thule" y "Return To The Morbid Reich". Un inicio muy interesante que se vio favorecido por la pronta aparición de "Sothis"
Un sonido intenso es marca de la casa en cuando a Vader en vivo se refiere. Más aún con una batería retumbando a base de doble bombo, como la que manejaba James.
Cada equis temas, Peter y los suyos recuperaban resuello y aprovechaban para hacer algunos comentarios o intimar con el público. Pero al poco… ¡vuelta a la tralla! "Devilizer" y "Never Say My Name" también sonaron, contando con un bajo demoledor en manos de Hal.
Con todos estos ingredientes se propició que desde los albores del show hasta el final hubiera mucho movimiento de moshing en una buena parcela de la sala, justo delante de la posición de Piotr.
Los solos que destilaba Spider en cada corte no eran demasiado largos, vale, pero sonaron tremendos, dando bastante valor a la mayoría de los temas que sonaron y repasaron muchos de sus álbumes.
"Come And See My Sacrifice" puedo decir que me gustó especialmente; al menos más que la siguiente "Black Velvet And Skulls Of Steel" que fue de las más lentas, de las más calmadas dentro de un setlist muy agresivo. Muy agresivo creo que especialmente en el bloque central del repertorio, con cortes como "Wings" o "Carnal".
De esta manera iban demostrando que, no por nada, son la banda de Death Metal por excelencia de Polonia y una de las más reconocidas del viejo continente.
"I Am Who Feasts Upon Your Soul" también se pudo oír. La banda, en cuanto a presencia, era en gran medida Peter. El resto de la formación parecía pasar un tanto al segundo plano frente al auditorio, aunque Spider y Hal fueron cambiando sus posiciones a lo largo del tiempo que estuvieron sobre las tablas. En cuanto a la música, la cosa era distinta porque creo que cada uno de los cuatro (James incluido, claro) tuvo suficiente relevancia e importancia en el buen devenir del espectáculo.
"Kingdom" sonó muy marcial pero también algo apagada para mi gusto. No dejamos el Death Metal pero supuso un momento de relax, si es que esto es posible.
"Helleluyah!!! (God Is Dead)" era el colofón, con gran acogida por parte de la peña reunida, demostrada en un repunte del circle-pit. Al acabar se retiraron pero no tardaron mucho en volver a retomar los instrumentos.
El bis fue "Para Bellum" enganchada con "This Is The War". Un tema que hacía bastante justicia al nombre, por cierto. Mucha caña, que era lo que uno espera de un concierto de Vader.
Pero ahí no acababa el repertorio. Con la banda vuelta de espaldas a la concurrencia arrancaron los primeros acordes de "Raining Blood". Os podéis hacer una idea del alboroto que se hizo en la sala. El buque insignia de Slayer y la cover por excelencia en los conciertos de Vader. Ahí estaba, cantada al unísono por Peter y las centenas de gargantas reunidas en frente.
Por supuesto, uno de los momentos álgidos de la noche, un gran colofón que dejó unas sensaciones inmejorables que se dilataron durante los momentos del cambio de set. Y es que, al fin y al cabo, aún quedaba otra banda. Los cabezas de cartel, desde Noruega.
Gorgoroth. Cinco músicos sobre las tablas, aunque tan sólo dos de ellos son miembros oficiales. Los más alavados Pest y, sobre todo, Infernus. Gorgoroth tienen un estilo clásico si hablamos de Black. Es más o menos lo que se puede esperar de una banda noruega de este género, así que lo que encontramos en un concierto de ellos será blastbeat, guitarras aceleradas, un bajo tosco y voz estridente y blasfema.
Los alardes virtuosos están prácticamente vetados, pero a cambio se ofrece brutalidad y malignidad por los cuatro costados. Así desde la inicial "Bergtrollets Hevn" o la siguiente "Aneuthanasia".
Se notaba expectación entre el público. Quizás más que con Vader. La gente estaba volcada con la formación, sobre todo con Infernus. Pero este mantuvo una postura bastante fría y distante durante todo el show, en el más genuino talante Black Metal.
Desde un primer momento se proyectó humo sobre el escenario y esto lo hicieron durante todo el tiempo que la banda estuvo sobre él. De esta manera casi no había posibilidad de distinguir en condiciones a los miembros de la banda a no ser que estos se aventuraran al borde de la tarima, prácticamente sobre las primeras filas.
Así iban pasando los minutos y los temas, como la genial "Prayer" o "Katharinas Bortgang". "Revelations Of Doom" también cayó, con un Pest que estuvo bastante bien en su papel. Desafiante y desgarrador, con la cara pintada como si de un muerto se tratase y ataviado con varias cartucheras de balas.
El resto de la banda no le iba a la zaga, con Infernus cubierto de cuero y púas de buen porte y el resto de la formación más o menos igual que ellos.
Una formación que se completaba con los tres músicos de directo que acompañan a Gorgoroth a través de esta gira "The Sign Of Hell 2.011". Phobos a la batería, al que apenas vimos por culpa de la niebla pero del que pudimos disfrutar a través del trabajo que se labró a las baquetas.
Paimon en el bajo, más estático y quizás desapercibido para un público más centrado en otros detalles. En cambio Fabio, que manejaba la segunda guitarra, creo que se batió bien el cobre con una actitud muy extrema, un porte "desagradable", si me permitís la expresión, pero ideal para un concierto de este tipo.
En fin, iba siendo lo que se puede decir un show Black al tipo (bueno, si prescindimos de cabezas de cerdo empaladas al modo Mayhem, claro) y con "Forces Of Satan Storms" se continuaba la línea. De hecho esta última me gustó bastante, en particular una batería que no se ciñó al blastbeat sino que le dio mucha y buena caña a los platos.
"The Rite Of Infernal Invocation" tampoco faltó para dejar claro las "tendencias" de Gorgoroth en cuanto a creencias. La peña seguía volcada con un concierto que conjugaba la brutalidad y la velocidad y que llenó la Rock City de gente y de sonidos extremos.
"Odeleggeise Og Undergang" conjuntamente con "Blood Stains The Circle" también sonaron, antes de "Satan-Prometeus" donde Pest metía unos lances líricos muy grandilocuentes que se contraponían a la crueldad de su voz habitual. Pero no quedó mal, desde luego.
"Incipit Satan" sonó muy grave y se empalmó con una "Destroyer" durísima para entrar en los últimos minutos de la banda por esta noche.
"Krig" mantuvo los ánimos altos para dar paso a la final "Unchain My Heart!!!", presentada por Pest que aprovechó para también despedirse de sus acólitos. Cuando las cuerdas dejaron de sonar, replegaron y abandonaron el escenario rápidamente, aún manteniéndose el humo flotante en el ambiente.
Seguramente muchos de los que estaban viendo la actuación de Gorgoroth esperaban algún tema más, algún bis para rematar su tiempo. No fue así. Esto no dejaba de ser un concierto de Black y no cabe esperar un show largo o las concesiones que pueden ofrecer estilos más Heavys. No obstante, el setlist que nos ofrecieron fue lo bastante intenso y lo suficientemente interesante para salir satisfechos de la Rock City… quien quiso, porque muchos aprovecharon la noche para seguir escuchando la música que pinchaba el Dj de la sala y tomando unas birras que, a pesar del frío, nunca están de más.
Nos vemos en la próxima.
Salud!
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