THE SOUND OF ARROWS actuaron ayer en la Sala Obbio (Sevilla). Nos dejaron buena muestra de cómo se puede hacer synth-pop con buen gusto y melodías pegadizas. No podrás dejar de moverte mientras los escuchas.
Durante poco más de una hora, The Sound of Arrows nos hizo disfrutar de su sonido elegante, suave y sin estridencias. Si ya su álbum debut “Voyage” hace honor a su nombre, y nos traslada a lugares ya conocidos dentro de los páramos musicales, la puesta en escena de este dúo sueco (convertido en cuarteto en la actuación en directo)recuerda a las formaciones techno clásicas de comienzo de los 80.
Sobre el escenario, Stefan ocupaba con su suave voz y una dicción perfecta el espacio que dejaban el resto de componentes, como si de un instrumento más se tratara, llenando la Sala Obbio de atmósferas etéreas como si Pet Shop Boys y New Order se hubieran dado cita allí, interrumpidos en ocasiones por melodías tipo Jean-Michel Jarre.
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A excepción de la instrumental “Lost City”, de tempo más pausado, las demás piezas iban poco a poco animando al público asistente, como siempre algo frío al comienzo ya que estaba expectante a lo que se iba a encontrar. Pero los cuatro chavales, que se iban intercambiando posiciones entre los sintetizadores y cajas electrónicas, tardaron poco en hacer que todos los presentes comenzasen por mover primero la pierna a ritmo de “Into the Clouds” y acabar por mover el cuerpo con “M.A.G.I.C”, con diferencia la canción más esperada. Personalmente, me quedo con la nostálgica “Ther Is Still Hope” y, por supuesto, con el único bis (al estilo clásico y literal de la palabra) y su pegadizo estribillo “…I’ll never forget…”.
Bien por la Sala Obbio, bien por el sonido, bien por Green Ufos y bien por estos chicos tan majos que prometen llegar muy lejos.
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