

Centrándonos en Bob Wayne, hay que decir que nos ofreció un concierto brutal de dos horas de duración en donde pudimos disfrutar de sus composiciones de Country, rock sureño y actitud plenamente punk, algo que personalmente hecho mucho de menos. Ya no existen artistas como el americano que hace lo que le da la gana sobre el escenario ya que, aunque tenga planificado un set list, se lo salta cuando desde la primera fila le piden un tema como «Morning Time» o «Blood to Dust» por citar solo unos ejemplos o alargar el concierto por que el cuerpo se lo pide ya que el escenario es un sitio donde se encuentra como pez en el agua.

Venía presentando su nuevo disco “Till The Wheels Fall Off” al que dió buena cuenta durante la noche y del que sonaron canciones como «All My Friends«, la potente «Fuck The Law» que todo el mundo coreamos mostrando nuestro dedo medio, «Hunger on My Soul» o «Devil Son«, sin olvidarnos la que da título a su nuevo disco, y que se intercalaron con canciones de sus trabajos anteriores desprendiendo un feeling que poca gente tiene. Todo esto sin tener en cuenta a la banda que le acompaña que todavía hace más sólida la actuación, sonando más que potente su descarga. Recomendaros a todas y a todos que os acerqueis sin prejuicios musicales a Bob, os va a gustar sin duda ya seas punk, heavy o rockabilly , desprende fuerza, honestidad y brutalidad y os va a hechizar como ha hecho conmigo. Desde luego tiene un hueco en mi corazón de rock and roll junto a su idolatrado J. Cash y gente como The Clash o Social Distortion, la culpa de todo la tienen temas como «Work of The Devil» o «Ghost Town» y actuaciones tan salvajes y brutales como la de esta noche en Gruta 77.
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