Lo primero que me llamó la atención de este disco fue la recomendación al final del libreto de escuchar por auriculares y seguí el consejo encontrándome con un pop cadencioso y dulce.
Pero más cosas despertaron mi curiosidad acerca de Clovis y su disco como por ejemplo su origen en Nueva York o que el nombre de Clovis proceda de una biblioteca que los propios miembros del grupo frecuentaban.
Fino Onoyarte y Cristina Plaza son quienes van alternando o superponiendo sus voces en un estilo que me evocó a Travolta o a la melodía de Pleasant Dreams. El resultado desde luego es dulce y accesible, pop intimista en canciones como "demolición inminente" o "en sueños" frente a otras más cotidianas como "tarde a todo".
La guitarra tiene su protagonismo en "la base" y en "bajo las ruedas" aunque es en "detrás de las puertas" y su letra sobre la pasividad y posterior ataque de rebeldía donde en conjunto redondean un gran tema.