El pasado sábado en Cádiz, concretamente en el Pelícano MusiCafé, daba lugar uno de los últimos conciertos el ciclo Sur Circuit, con artistas de la talla de Rubén Pozo & Lichis, Mi Hermano y yo, Virginia Maestro, pero la noche del sábado pertenecía a la cantautora linense Carmen Boza.
Desde días antes ya se colgaba el Sold Out para su concierto, uno de los últimos de su gira de la Caja Negra, a priori creía que la edad media que asistiría al concierto sería de gente joven pero me equivoqué, había gente de todo tipo de edad lo que quiere decir que cada vez está artista se está expandiendo más y más.
Aparece en escena ella sola, arropada por su guitarra, nada más, comenta que venir a Cádiz le da alegría, ya que sus últimos conciertos son como ella decía, muy lejos de casa, como en Vitoria, Huesca o su fin de gira en la Riviera en Madrid.
Confiesa que viene con la voz un poco tomada, pero que se va a dejar el alma puesta y para “Que todo lo malo que tengo dentro se vaya yendo…” canta “Mantra” para meter a la gente en su onda, y lo logra, es suficiente ella con su guitarra, envuelve su manera de tocar, de cantar y transmitir, dice que se va a permitir el lujo de tocar algunas canciones que por inercia ya han ido siendo descartadas, que normalmente ya no toca, como es “Mi Do Menor”, habla de rupturas y de esa sensación de no saber con quien estás, con “No me parezco”. Resume en poco de cómo abandonó su ciudad La Línea y se fue a Madrid… triste, confusa, perdida y como se hacía duro los primeros pasos, donde se sentía sola por las noches y para calmarse así misma y recordarse para siempre aquello escribió “Nana Noir” haciendo dotes de la excelente guitarrista que es. Continúa con “El ejército”, sorprende con “Fugarme conmigo” tema que no llegó a incluir en su álbum de debut, menos mal que está mal de la garganta, porque tiene unos alardes vocales más que significativos, está cantando francamente sublime, se arriesga con otro tema no incluido en sus álbumes como es “Desconocidos”, comienza a soltar canciones de su último álbum “La Caja Negra” con “Dámelo” o “Esparto” donde prácticamente fue cantado a coro con toda la sala.
Está relajada y mucho más después de una copa de vino, confiesa que pensaba en introducir “Causa y castigo” de otra manera original, pero se decanta a describirla como siempre con un monólogo de amores mezclado con dosis de humor y gracia. Se define a sí misma como un saco de contradicciones y eso es lo que le hizo escribir “Astillas”, para seguir continuando con la caja negra con “La vida moderna”, tiene el momento psicodélico de la noche para introducir instrumentalmente “Mentiras de verdad”, por un momento parecía que Beth Gibbons (cantante de Portishead) se había colado en la sala, fue un momento hipnótico, se va despidiendo ya de los asistentes con “Gran hermano” single del disco y el cual ha sido fruto de la inspiración de la novela de George Orwell 1984, el cual recomienda su lectura. Llega incluso a parecer que se acaba el concierto pero finalmente se despide con lo que ella llama su hit, con “Octubre” donde sólo con la magia de su voz, su excelencia como guitarrista y a los mandos de Alejandro Pinilla al sonido, nos desveló en su mansión de los espejos lo que se encontraba dentro de esta caja negra, un sin fin de emociones, sentimientos y buena música para el deleite del personal, ya descifraremos lo próximo que cocine, pero eso, será otro cantar…