Bueno es Javi Vallina y Javi Vallina es Bueno. No es una redundancia. Bueno es el nombre del proyecto que encabeza desde el año 2009 y que viene a su segundo disco, Perros, santos y refranes (NadaBueno, Astro) en tres fechas.
Sevilla por partida doble (Fnac y La Sala, el día 9 de abril), Granada el 10 (Playmobil Club) y Montilla el 11 (Casa de la Cultura) serán las paradas del músico asturiano en esta gira por Andalucía.
Perros, santos y refranes, es una colección de 12 nuevas canciones en las que predomina el pop de guitarras afiladas sin renunciar a cuidados arreglos instrumentales y trabajadas letras. Un paso adelante respecto a su anterior trabajo discográfico 9 canciones minúsculas, un huracán y un millón de lunares (NadaBueno, 2009), en el que se podrán encontrar canciones redondas y en las que muestra un estilo más definido y manejado y un enérgico directo con banda.
Perros, santos y refranes profundiza en la vena íntima y melancólica del trabajo anterior sin que eso signifique que se trate de una producción poco vestida, ya que, por ejemplo, destaca el espléndido trabajo con las guitarras.
Saldré a tocar todo mi repertorio, / lo haré de una vez y a mi antojo / mostrando a todo el mundo lo más vergonzoso anuncia Javier Vallina casi al principio, en Cintas de cromo. Y efectivamente nos cuela un excelente repertorio por toda la escuadra, unas canciones que son una especie de continuación más luminosa de las del disco anterior: frente al sentimiento de quiebra que prevalecía en aquella primera colección, se aprecia aquí una sensación de nuevo comienzo que impregna algunas de las canciones de un cierto optimismo sin estridencias.
El campo de trabajo de Bueno es el inmenso territorio del pop y las composiciones saben acogerse a sus luces y sombras con maestría. Amplifícalo, Maratón, Perros, santos y refranes, Archivos comprimidos o Todo el mal, con su soplo de rumbita en el estribillo, que se compenetra a la perfección con el texto, son ejemplos de la madurez creativa de Javier Vallina, que parece decidido a pulir y pulir hasta dar con la forma más simple de brillar.
Un disco cuidado y mimado en todos los pequeños detalles con el objetivo reivindicar el concepto de álbum como colección de canciones que responden a una misma época con un envoltorio físico que las unifica y que sobreviven con dignidad paso del tiempo.
Foto por Arnold Moolenaar