Que bandas de acreditada solvencia como Sôber, Skunk D.F. o Elecktra hayan cultivado un sonido y una actitud que ha contribuido a reconfigurar el panorama del rock interpretado en castellano y constituido un ejemplo en el proceder de las nuevas generaciones de músicos que continúan la senda que éstos descubrieron no debe de resultarnos extraño. Así, Eliah Domus, Shinova, Sonus Delay, Ozono3, Cronómetro Budú o Sexma son sólo algunos de los paradigmas a los que recurrir para elucidar el peso específico de esta estética en el rock ibérico de los últimos tiempos.
Con estas mimbres, el quinteto bilbaíno Autoestéreo se lanzan a conquistar su parcela de atención entregando un disco de debut que, aún conteniendo briznas de bisoñez típicas de estas lides, contiene una miríada de aciertos suficientes para convertirlos en algo más que una simple y nueva promesa del metal alternativo dentro de nuestras fronteras. Con una guitarra versada en las maneras de The Edge y que recuerda en parte al inicio de un plástico mítico como fue ‘Morfología’, ‘El Desván De Los Sueños’ desabrocha este muestrario de esencias para mostrar cuáles serán las cartas a jugar por el combo: voz en primer plano, diálogos de guitarras que no levantan la voz, bases tímidas pero efectivas y un discurso que bascula entre el rock y el metal con apuntes de pop, todo ellos beneficiado por una producción pulcra y no excesivamente agresiva que coloca a este primer corte como uno de los puntos álgidos del ideario del combo. Sin embargo, en los tres siguientes argumentos se apuesta por recetas sonoras que les alejan de la senda de calidad marcada en su primer envite ya que someten a su doctrina a un superávit de azúcar y almíbar, sobre todo, en unas líneas vocales excesivamente cercanas al pop y carentes de invención, que se erigen en protagonistas absolutas, restando importancia y eficacia a la textura instrumental.
Por suerte, es a partir de ‘Testigo De Tu Piel’ cuando el vuelo de su maquinaria expresiva remonta de nuevo para brindar, en éste y en sucesivos capítulos hasta el epílogo ‘¿Cara o Cruz?’, un espectro sonoro que invita al elogio, el encomio y la alabanza: paisajes eléctricos que planean por encima de un colchón de teclados para ser sobrevolados por una orgía de melodías tocadas por la excelencia.
Por todo ello, la habitual valoración de méritos y deméritos, vicios y virtudes arroja un saldo netamente positivo por el mimo y detalle con que han abordado los vascos su primera cita con el estudio pero revela alguna que otra objeción, como el hecho de que, contando con un teclista en la formación, se podría haber hecho un mayor y mejor uso de los teclados, inclusive con la incorporación de texturas sonoras de tintes electrónicos al tejido instrumental, lo que podría haber enriquecido su discurso. Sin ir más lejos, basta con escuchar el tratamiento de las teclas en el parlamento de Estirpe para comprender lo expuesto aquí. Por otro lado, el apostar por un exceso de glucosa en algunos pasajes vocales les aporta una pátina, digamos, más ‘radiable’ pero, al mismo tiempo, les acerca peligrosamente a fórmulas en exceso gastadas.
Es desde los aciertos y éxitos mentados anteriormente desde donde deben partir para ampliar su margen operativo, generar liquidez y ganar cuota de mercado con vistas a engendrar un segundo capítulo. Autostéreo: esperanza autosuficiente y autónoma en busca de un mañana cargado de ilusiones.
Tracklist:
1 El Desván De Los Sueños
2 Sin Los Ojos Vendados
3 Algo Más
4 Esperanza Llamada Guerra
5 Fuera De La Realidad
6 Alma Al Diablo
7 Testigo De Tu Piel
8 En Silencio
9 No Quiero Ser Yo
10 Esencia
11 ¿Cara O Cruz?
12 Con Un Destino Escrito
Producido por Jagoba Ormaetxea y Dan Diez. Grabado y mezclado por Dan Díez en Track 6 Studios.
Formación:
Germán Ulacia: Teclados y pianos.
Iñigo Benito: Batería.
Jagoba Ormaetxea: Voz y guitarras.
Javi Vega: guitarras.
Jorge Alonso: bajo.