CAAC, 10 de Julio, Sevilla
Nocturama nos recibía una noche más a los guardianes del verano en la ciudad con un cartel a priori de lo más interesante con lo americano como denominador común.
Por un lado el estadounidense Riley Walker que está de gira por nuestro país prometía ser una de esas visitas foráneas a recordar dado también el empeño que medios como Radio 3 ponían en su recomendación. Pero lo cierto es que pese al talento que asomaba de vez en cuando entre una voz apasionada y virtuosismo con la guitarra el concierto careció de ritmo con demasiada pausa entre canción y canción en medio de afinados. Por ello la atención inicial del público fue virando hacia conversaciones y otros menesteres ajenos a lo que Ryley proponía sobre el escenario.
Pero la conexión americana debía seguir con la siguiente actuación. Los sevillanos The Milkyway Express se subieron al escenario y, como si se tratara de una locomotora, a cada aullido parecía acompañar un soplo de aire fresco que agradecíamos sobremanera. El espectáculo contó con un repertorio basado especialmente en su último trabajo, Perrorosa, un sonido sobresaliente y un quinteto que han hecho del blues rock americano una seña de identidad muy asentada en su puesta en escena entre solos de guitarra, de batería y, por supuesto, de armónica.
La voz de Charly nos invitaba a echarnos Bourbon en las cicatrices (nada de los gin tonics modernos por favor) y la locomotora cogía máxima velocidad cuando el viaje musical nos conducía desde la psicodelia hasta el rock and roll de corte clásico donde ya sólo podíamos subirnos a ese tren con bandera de barras y estrellas. Una vez subidos no olvidemos golpear el suelo con los zapatos y bailar, siempre bailar.