Y Bisbal enamoró a Sevilla y Sevilla se enamoró de Bisbal. Sevilla 13 de Junio de 2007.
Pasaban veinte minutos de las diez cuando el público empezó a corear su nombre y a tocar las palmas. De repente, en las dos pantallas gigantes del escenario, empezó la cuenta atrás, diez segundos, nueve segundos….un segundo,…start.
Y como de una nube se tratara, apareció Bisbal rugiendo una de sus nuevas canciones de Premonición. Y “Calentó” el ambiente.Un público, muy joven en las primeras filas y más variado conforme se alejaban del escenario pero siempre entregado y coreando sus canciones una tras otra mientras que el incansable artista nos dedicaba pasos de coreografías y saltos para deleite de la juventud que ocupaban los primeros puestos del auditorio.
Las más de seis mil personas congregadas en el lugar no pararon de gritarle y bailar canciones que le llevaron al número uno como “Lloraré las penas”, “Oye el boom”, “Ave María”o “Ángel de la noche”.Simbólica fue la aparición de manitas rojas para homenajear a los niños que desde pequeño se entrenan para la guerra, canción en la que se cortó los rizos en el videoclip “soldados de papel”
El momento estelar vino cuando recordó una canción de las más queridas para él, “Dígale” ;antes de que terminara de hablar el público comenzó a cantarla y siguió así la mayor parte de ella hasta que un Bisbal emocionado la terminó.
Tras hora y media de concierto el cantante dijo un momentáneo adiós. Sólo cinco minutos después, apareció con más fuerza si cabe para cantar las más rockeras, “Quien me iba a decir”, “Silencio”, y del rock al reggeton con “Torre de Babel” para poner el broche de oro a más de dos horas concierto con “Bulería” acompañada de fuegos artificiales.
Raquel De Hoyo Ruiz: fotógrafías
Elena Baynova y Alejandra Ruiz: redacción