Poco antes de las once los aplausos llenaban el Verano de Malandar cuando Andrés Suárez pisó el escenario. El calor de un jueves de julio se lleva mucho mejor si es con música y más aún si es con la voz del gallego de melena envidiable y aspecto roquero que escribe pequeñas historias y vivencias en cada una de sus letras. Comenzamos la velada con No saben de ti para jurarnos una vida eterna en Cádiz en Voy a volver a quererte y saludarnos antes de contarnos lo mucho que le duelen los huesos de querer en Dublín.
Vino a Sevilla a presentarnos su sexto trabajo. Sí, el sexto. Parece mentira pero el de Galicia ya tiene unos cuantos años de experiencia en esto de escribir y ponerle música a sus letras, y es que resulta que en cada uno de sus discos pone sus sueños, su piel y hasta sus pestañas, para que el resultado sea el mejor de su vida… hasta el siguiente, claro está. Y como el chico le ha puesto tanto empeño a su trabajo su público se lo agradeció en forma de coro en cuanto comienzan los primeros acordes de Piedras y Charcos.
Y nos contó que en este disco se sentó a escribir y le salieron siete canciones sin tener que tachar ni una sola letra, y una de ellas fue Una noche de verano. También confesó que la Pequeña historia de Marina es real y que aún recuerda con cariño aquella noche. Tras estos temazos por fin nos presentó a la banda, sí, sí, que después de tantos años rodando por los escenarios de toda España por fin pudo traerse a sus músicos y nos regalaron un Aún te recuerdo con un inmejorable solo de Marino Sainz al violín.
Llegó el turno de Clasificados, para acto seguido cantarnos ese Rosa y Manuel que tanto sentimiento desprende porque él de pequeño quería ser pared vibrante y tener tanta fuerza como su abuelo, al que dedica siempre la canción. Tras 6+4 y Te di media vida, esperamos a que apretase el corazón con Más de un 36 y nos recordó la belleza de Te doy media noche.
No podían faltarnos La vi bailar flamenco o Llueve en Sevilla con las que daba comienzo el cierre de la función. Tras contar esos magníficos Números cardinales que no podremos olvidar nunca vinieron los bises en los que nos confundimos con flores en Vuelve y tarareamos ese No te quiero tanto en el que tanto se agradece una banda en directo. Y quiso despedirse con un Luz de pregonda que enlazaba al final con Lo malo está en el aire y un público entregadísimo que larareaba pidiendo una más que ya será en el próximo concierto.