5/11/2010 Sevilla, Sala Q.
Gran noticia cuando hace un par de meses nos enteramos de la visita de Anathema a Sevilla. Muy reciente teníamos su concierto en el Sonisphere este verano bajo condiciones adversas (tocar a las 5 de la tarde en pleno mes de julio) Sobre todo porque la música de Anathema es muy atmosférica y las sombras y la nocturnidad le van como anillo al dedo. La velada en Sevilla prometía pero esa noche Anathema jugaría con fuego…
Para abrir boca saltó al escenario Petter Carlsen, proveniente de Alta, Noruega. Alta es una encantadora población al norte de Noruega, ubicada en una zona de gran riqueza en arte rupestre pero mucho tendrá que cambiar Petter Carlsen para hacer famosa a Alta en el campo de la música. Quizás no era el sitio ni el momento propicio para su actuación. Petter, califiquémosle de valiente, se presentaba en solitario con la única compañía de su guitarra acústica ante un público poco dispuesto a prestar atención a su propuesta musical. En una premonición de lo que luego vendría con Anathema, este noruego nos obsequió con unas auténticas 'nanas' una música demasiado pasiva para la ocasión que en otras circunstancias y lugares podría tener una mejor acogida.
Llegaba entonces lo que a la postre fue lo más interesante de la noche: los portugueses Slamo. La música de Slamo es muy ambiental pero además meten bastante caña. Con potentes riffs de guitarra y una batería vigorosa así como multitud de arreglos en su música que denotan un gran trabajo compositivo. Pocos conocían al grupo y los pocos lo conocían porque su batería (músico de sesión curtido en numerosos grupos) posee un emergente estudio de grabación en Portugal. Recientemente grabó el nuevo trabajo de los sevillanos Killem y también es el responsable de 'Clockwork' el nuevo disco de los lanzadisimos thrasheros patrios Angelus Apatrida.
Lo más espectacular de Slamo fue el cantante que moldeaba su voz con ayuda de una pedalera y jugueteaba con ecos y loops en un mix de melodia y agresividad. Slamo se marcó una versión muy sui géneris del 'Message in a Bottle' de The Police. Sorprendía ya lo breve de su actuación, si bien era comprensible que el primer artista tocara poquito, Slamo tocó menos de lo habitual, había algo extraño sin dudas y luego entendimos el porqué.
Como decía al principio Anathema jugaron con fuego y… se quemaron. Los de liverpool venían presentando su nuevo disco 'We're Here Because We're Here' y tristemente venían muy concienciados a hacérnoslo conocer con demasiada profundidad. El show comenzó bien con temas clásicos y otros que se han hecho fuertes en su repertorio como 'A natural disaster' con la sentida voz de Lee Douglas.
Anathema llevaba ya entonces más de una hora en el escenario y el concierto estaba encarrilado. Un pequeño problema técnico que no tuvo repercusión alguna en la continuidad ya que mientras solucionaban el problema Daniel Cavanagh agarró una guitarra acústica para hilar una improvisada versión íntima y acústica del 'Wish you were here' de Pink Floyd que no estaba programada.
A partir de ahí en el punto más álgido de la actuación Anathema nos recordaron que tenían un disco nuevo y que ahora nos lo iban a tocar… enterito. Todo un error por parte del grupo pues el concierto se convirtió en un suplicio, temas melosos, pasivos y ausencia de feeling que amargaron hasta a los más fanáticos. Algo realmente soporífero, entonces empezamos a comprender también porqué tocaron tan poco los dos artistas anteriores y es porque Anathema quería más tiempo para ellos, alargando su concierto hasta las dos horas y media de duración.
Y es que el repertorio es algo fundamental en un concierto. Cuantas veces hemos ido a un concierto de un grupo que nos encanta y resulta que no nos toca las canciones que a nosotros nos ponen y nos vuelven locos. Y ese disco que tanto te gusta del que ya no tocan canciones en las giras… da un coraje terrible. Puedo poner muchos ejemplos pero digno de mencionar para lo bueno son Anthrax, los cuales, a pesar de sacar buenos discos durante la era de John Bush como vocalista, cuando giraban presentando esos discos, tocaban sólo el single y el resto del repertorio eran los clásicos de toda la vida de la banda. Lo que los fans realmente ansiaban… pero hasta te daba pena no escuchar algún tema mas de ese disco nuevo tan buenos. Mención a parte merecen los grupos que se deciden tocar uno de sus discos enteros de principio a fin, cosa solo aconsejable si tienes una obra maestra en tu haber como puede ser Reign in Blood de Slayer.
Curioso fue también ver cómo Anathema a pesar de proceder de Reino Unido no sepan apreciar el verdadero y auténtico whiskey, el escocés. Y en su lugar se abandonen al Jack Daniels como se encargaron de lucir orgullosos en sus guitarras acústicas.
Al final por lo menos Anathema se dignaron a acabar el concierto como dios manda: con un buen tema como es ‘Fragile Dreams’. Hubiese sido demasiado castigo no hacerlo aunque ya era demasiado tarde y el zarandeo apenas pudo entreabrir los ojos de un adormilado público que soportó estoicamente el concierto sin una almohada en la que apoyar la cabeza.
Fotografias: Alberto Ferraris.
Setlist Anathema:
Deep
Pitiless
Forgotten Hopes
Destiny is Dead
Empty
Lost Control
Destiny
Closer
A Natural Disaster
Judgement
Tempoy Pece
Flying
Thin Air
Summernight Horizon
Dreaming Light
Everything
Angels Walk Among Us
Presence
A Simple Mistake
Get Off Get Out
Universal
Hindsight
Are you there?
One last Goodbye
Fragile Dreams