Álex Ferreira se subió a las tablas de la Sala Aftasí en Badajoz el pasado viernes. La sala a medias tintas no impidió el recital de buen gusto musical que auguraba el cartel. Una telonera de excepción, “Electric Nana”, hipnotizó a los presentes con un estilo a pinceladas entre la electrónica más ochentera y el pop más personal. Dulzura en la voz y rebeldía en los ritmos. La simbiosis perfecta que preparó el camino para que finalmente Alex Ferreira comenzara a deleitar con su carisma particular.
El cantante caribeño, acompañado por su banda, Manuel Cabezalí, a la guitarra, Nahúm García, a los sintetizadores y al bajo y Juan Diego Gosálvez, a la batería, hizo partícipes a los asistentes del resultado de trabajar con gente con la que se comparte simpatía y afecto. Temas de su último trabajo en sintonía con sus éxitos de sus anteriores como “Silencio de Ascensor”, sin obviar el momento versión con “Psychokiller” de “Talking Heads”, en el que Electric Nana subió a colaborar.
Cercanía, unos toques de atrevimiento y frescura se respiraron durante todo el directo. Directo que confirmó los rumores de la crítica más tenaz, la armonía del “petit comité” más exigente y la estética más cuidada.